Al contrataque

La entrega de 'Bestiari'

Un momento de la polémica emisión del programa 'Bestiari Il.lustrat' en El 33.

Un momento de la polémica emisión del programa 'Bestiari Il.lustrat' en El 33. / periodico

ERNEST FOLCH

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Si esperan que pique el anzuelo y me apunte al carro del linchamiento del Bestiari, les recomiendo que dejen de leer este artículo porque tendrán una decepción. Solo les puedo decir que era un programa excelente, transgresor, incómodo, inteligente y sensible, que no miraba casi nadie y todavía menos los que ahora lo critican.

No se equivoquen: el sujeto de este cuento medieval no es la princesa del Bestiari que parte de la sociedad catalana ha corrido a entregar vergonzosamente. El sujeto es el dragón de los medios ultras de la Península, capitaneados por Pedro J. Ramírez, que viven de fabulaciones que permiten a los verdugos hacerse pasar por víctimas. El sujeto es la portada de El Mundo, porque fue allí y en ningún otro lugar donde se creó la polémica, de la misma manera que la cuestión no fueron nunca los exabruptos del añoradísimo Pepe Rubianes sino el uso hinchado, artificial e interesado que se hizo muy a posteriori para llevarlo a la destrucción total, que por cierto y dicho sea de paso consiguieron. Y al igual que entonces, ahora vuelven a aparecer los viejos amigos de Manos Limpias y la fiscalía para certificar que sí, que aquí somos todos unos terroristas patrocinados por dinero público mientras, por cierto, Urdangarin, Millet y tutti quanti campan en libertad.

El sujeto es nuestro miedo

Y el gran y verdadero sujeto de este bestiario somos también los catalanes y, sobre todo, nuestro miedo. La fábula de estos días demuestra que Pedro J. Ramírez, aparte de condicionar todo lo que hace el PP, ahora marca también la agenda política catalana. Le hemos regalado el Bestiari y hemos convertido sus deseos en realidades. Nuestra aldea está cada día más atemorizada y, agobiada por la ofensiva, ha comenzado a entregar sus princesas al dragón rabioso. ¿Se acuerdan cuando se nos quería vender que no pasaba nada porque un gran y devoto admirador de Aznar como Armand Querol entrara como vicepresidente de la Corporació? Aquí tienen los primeros resultados. Han comenzado por una víctima fácil y propiciatoria, un pequeño programa de El 33, porque era muy débil y no tenía quien lo defendiera. Pero ¿quién será el siguiente? ¿Entregaremos un día el Polònia? ¿Los mosaicos del Barça? ¿Los mapas del tiempo, señor Querol?

Mientras Pedro J. hace analogías nazis antes del Barça-Madrid y un concejal de Rubí compara impunemente a Mas con<strong> </strong>Hitler, nosotros bajamos la cabeza.

Lo que nos está pasando viene de muy lejos y empieza en el año 75, el momento en el que dejamos que nos tomaran el pelo. Es por aquello que ahora vienen a pedirnos que retiremos los programas los sirvientes del partido que fue fundado por Manuel Fraga, ministro de Franco y que murió, sin tan siquiera haber pedido perdón, con las manos manchadas de sangre y homenajeado por medio país. Mientras esperamos que el caballero san Jorge nos libre del dragón, haríamos bien en dejar de traicionar a nuestras princesas y en no equivocarnos de enemigos.