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"Solo por el hecho de haber nacido, ya soy feliz"

Abanderando la inclusión real de las personas con diferentes capacidades, el joven de Vilassar de Mar Quim Llisorgas aspira a ser actor

Quim Llisorgas.

Quim Llisorgas. / RICARD CUGAT

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Carme Escales
Carme Escales

Periodista

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Cuando en las manos de la enfermera, Quim Llisorgas (Barcelona, 1995) posó por primera vez sobre el pecho de su madre, esta ya percibió algo especial. No era el primer bebé que traía al mundo. Pero los médicos tardaron en detectar qué tipo de especificidad hace especial a este joven de, hoy, 21 años. Aún ahora no lo saben. Un informe médico apunta a un posible síndrome de Jouver, un trastorno genético que afecta al cerebelo. Quim solo tiene entre el 5 y el 10% de visibilidad en un ojo. Cero, en el otro. Y su bajo tono muscular dificulta sus movimientos. Con ello, y una gran sonrisa, lucha por ser actor.

-Es increible cómo se parece a Marc Giró [colaborador de Divendres, TV-3]. 

-Sí, me invitaron una tarde a estar con él y con Helena García Melero en el programa, donde me dieron la oportunidad, en directo, de enseñar cómo imito a Marc Giró.

-Las oportunidades construyen el currículum de nuestras vidas. Pero parece que en la suya, cuentan aún mucho más. ¿Qué oportunidades agradece hasta el momento? 

-Bueno, desde ese detalle de invitarme al programa Divendres, hasta mi papel en la serie La Riera, también en TV-3, y el que me dieron, en la película Requisitos para ser una persona normal, de la directora Leticia Dolera, que también es actriz.

-¿Qué valora de cada intervención?

-La gente que está detrás de esos proyectos. De Esteve Rovira, por ejemplo, el director de La Riera, me llamó la atención que, aparte de buen director, es aún mejor persona, porque es sensible con la inclusión.

¿La inclusión es la única puerta por la que llegan las oportunidades a su vida?

-A la mía, y a la de todas las personas que, como yo, tenemos alguna dificultad mayor que el resto para realizar un trabajo, una velocidad menor, pero no por ello preferimos quedarnos sentados en el sofá.

-¿Qué actos de no inclusión le dolieron?

-Mientras estudiaba primaria, jugué a fútbol con un equipo de Vilassar de Mar [la localidad donde vive], hasta que un día, decidieron echarme porque, me dijeron claramente, que por mi culpa -y eso que apenas jugaba-, mi equipo perdía los partidos.

-Recortaron sus alas...

-Sí, porque para mí el fútbol no era ganar o perder, yo disfrutaba marcara goles nuestro equipo o no. Pero, a mi alrededor no era igual. Solo mis compañeros de equipo me apoyaron, pero ni la dirección, ni el resto de padres lo hizo. Y lo tuve que dejar.

-Pero hace poco, usted arbitró un partido de fútbol de alevines Barça-Espanyol.

-Sí, colaboro con la Fundació Itinerarium, que tiene un proyecto de fútbol inclusivo. En ese partido que arbitré, jugaban cuatro alevines del Barça contra cuatro alevines del Espanyol, y cuatro jugadores más con diferentes capacidades en cada equipo.

-¿Qué más hace en su día a día?

-Hago teatro amateur con la compañía La Tropa Teatre de Vilassar, y tengo un espacio en Ràdio Sant Cugat, los viernes de 12 a 13 horas, que dedico a la música catalana. Además, estoy estudiando teatro, canto e interpretación musical, en la escuela Eòlia de Barcelona. Voy todos los martes. Y, cuando entro allí, me siento libre, porque es un lugar donde practican la inclusión real.

-¿Dónde ha notado que la inclusión que se practica no es honestamente real?

-En el colegio de Mataró donde hice secundaria, hasta 4º de ESO, ,me fue bien. Pero en el último trimestre, me adjudicaron una USEE [Unitat de Suport d'Educació Especial]. Saqué un 6,5, pero no me dieron el certificado. En octubre tenemos el juicio.

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-¿Usted qué necesita para ser feliz?

-Yo ya soy feliz. Solo por el hecho de haber nacido, ya soy feliz. Antes de salir de la barriga de mi madre, ¿qué era?.Nada.