«No quiero ser de una Europa que va contra las personas»

«Estimado señor Lluís Paloma Sánchez, le informamos de que cualquier persona que tenga la nacionalidad de un país de la Unión Europea es automáticamente un ciudadano europeo […] Es decir, que mientras su país sea un Estado miembro, usted será un nacional de la Unión Europea». Esta fue la respuesta que el Centro de Contacto Europe Direct –el órgano de información ciudadana de la Comisión Europea– dio a Lluís Paloma (Terrassa, 1975) días después de que este les mandara un contundente correo eléctrico con el siguiente mensaje: «Estoy interesado en renunciar a mi ciudadanía europea. No quiero ser parte de esta Europa. ¿Qué tengo que hacer?»

–¿Le sorprendió la respuesta? Que la única opción sea renunciar a tu nacionalidad es muy frustrante, pero por lo menos he protestado y si en algún momento hay alguna modificación que permita renunciar a la ciudadanía europea sin renunciar a la propia nacionalidad, lo haré inmediatamente.

–¿El motivo de su correo es la gestión europea de la crisis de los refugiados? Digamos que ha sido la gota que ha colmado el vaso. Desde que empezó la crisis económica, la Unión Europea no ha hecho nada para rescatar a la gente de la calle, a los que estaban perdiendo sus casas. En cambio, ha insistido en el austericidio. Es una Europa absolutamente agresiva con sus ciudadanos y yo no quiero pertenecer a una Europa que va contra las personas.

–¿De qué cree que sirve su gesto? Ya sé que yo soy solo un pardillo y quizá no podré hacer gran cosa...

–No lo es. Su mensaje refleja un alto nivel de compromiso democrático. Yo no podré evitar que estos dirigentes hagan las barrabasadas que están haciendo, pero no quiero que lo hagan en mi nombre. Esa fue la motivación de mi correo.

–El Reino Unido ha votado salir de la UE con unos argumentos opuestos a los suyos. No quiero tener nada que ver con el UKIP [Partido de la Independencia del Reino Unido] ni con Geert Wilders [del Partido por la Libertad holandés] ni con Marine LePen [del Frente Nacional francés]. Yo creo que los británicos han votado a favor del brexit por los motivos equivocados, pero ha sido una buena lección para los de arriba. Los dirigentes europeos están muy acostumbrados a que no digamos nada y la gente les ha dicho lo que piensa de ellos.

–¿Su acción es aislada o es fruto de un historial de activismo social y político? Soy activista en primera persona. Durante mi escolarización sufrí un bullying brutal que derivó en una esquizofrenia. Gracias a una psicóloga pude superarlo y ahora formo parte de la asociación Salut Mental Terrassa y participo en la campaña Obertament, que lucha contra el estigma en los trastornos mentales. Políticamente soy de la Assemblea Nacional Catalana.

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–También es músico independiente. A los 13 años escuché por primera vez la música de Philip Glass de los años 70 y a los 14 compuse mi primera pieza. Mi enfoque de la música es más de productor y de ingeniero de grabación, que es lo que he estudiado, pero también me gusta contar historias. [Su música puede escucharse en las plataformas Spotify y Bandcamp].

–¿Sus letras tratan de conflictos sociales? Tengo un disco en marcha que es enteramente de temática social. Hablo del 1 mayo de 1886, cuando miles de trabajadores de Estados Unidos reivindicaron la jornada de ocho horas y fueron duramente reprimidos, y del incendio de 1911 en la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York que inspiró el 8 de marzo. Pero también me gusta experimentar con el lenguaje. Tengo títulos como El jabón a pista, que es un anagrama de Isabel Pantoja. ¡Yo también necesito oxigenarme de vez en cuando! [Ríe].