Obligado a ir a Urgencias

Con fiebre y síntomas de catarro, el pasado 17 de abril Pedro Cervera, educador social vecino de Barcelona, acudió al CAP Guineueta a pedir hora con su médico de cabecera. "Mi sorpresa fue cuando me la dieron a una semana vista. Al reclamar, me hicieron hablar con un responsable, que me informó de que era habitual dar las citas con ese margen de tiempo", escribió Pedro en la denuncia que envió a Entre Todos. Aquel día, la única opción de Pedro  fue acudir a Urgencias por un catarro, justo lo que las autoridades médicas dicen a los ciudadanos que no deben hacer.

Una vez allí, Pedro se dio cuenta de que no era el único que estaba en aquella sala de espera por la misma razón. «Tras esperar más de una hora allí, y viendo que tenía que esperar como mínimo una hora más, tuve que irme, ya que tenía que ir a trabajar», comenta Pedro. Aquel día nadie le atendió. 

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El Servei Català de la Salut sostiene que el plazo máximo de atención programada en los CAP es de 48 horas, algo que no sucedía en el centro de la Guineueta cuando Cervera acudió. La solución de derivar a los pacientes al servicio de atención de urgencias desemboca en una lista de espera demasiado larga y el aumento del tiempo para ser atendido. Este sistema de organización afecta negativamente a un servicio de atención urgente que, tal y como reconoce Jordi Morato, del Institut Català de la Salut (ICS), "tiene que ser lo más rápido y eficaz posible por la propia seguridad de los ciudadanos a la hora de ser atendido". Las razones por las cuales se llegó a una situación de este tipo en el CAP Guineueta son una "incógnita", según admite el propio Morato, que destaca que "se trata de un caso puntual" por el que hay que disculparse ante el ciudadano.  Morato asegura que los centros del ICS cuentan con los recursos necesarios para atender cualquier visita espontánea. Si por lo que sea no funciona, la solución siempre es la misma: ir a las (colapsadas) Urgencias.

Para Pedro, el sistema hace que "no haya otra solución que la automedicación". Eso, "o ir al hospital del Vall d’Hebron, que aunque tardas horas en atenderte no te derivan a otro lugar y te acaban solucionando el problema". Dos soluciones tal vez excesivas para curar un catarro.