Gente corriente

«Los buenos momentos son efímeros, como la flor»

Francesc Mas, vecino de Masquefa, impulsa una versión local del Hanami, la tradición japonesa de contemplar los cerezos en flor

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«Los buenos momentos son efímeros, como la flor»_MEDIA_2 / MARC VILA

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Gemma Tramullas
Gemma Tramullas

Periodista

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«¡Quico!», se oye a cada paso andando por las calles de Masquefa en su compañía. Nacido en esta localidad de la comarca del Anoia, Francesc Mas Castanyer tiene un extenso currículum asociativo. Es el creador del blog Arbres Amics - Amics Arbres [https://amicsar bres.blogspot.com] y desde hace ocho años impulsa, junto a la entidad El Corraló y la colaboración de un grupo de poetas y las casas de payés Ca la Roser y Cal Rafel, una versión local del Hanami, una milenaria tradición japonesa que reúne a millones de personas alrededor de los cerezos en flor. La cita es mañana, domingo, a las 10.30 horas, en la plaza del Pla de l'Estany de Masquefa.

-Cuando usted era niño Masquefa era un municipio muy rural. El 90% de las familias eran de payeses, nuestro espacio de juegos era un encinar y yo acompañaba a mi madre a recoger hierbas al campo. Aún conservo la impresión de quedar embobado frente a un árbol. Antes, los cerezos eran altos como gigantes, pero ahora parecen arbustos grandes. No los dejan crecer porque así no hay que trepar para recoger las cerezas y caben más árboles en menos metros cuadrados.

-El Hanami es justamente lo opuesto a esta visión utilitaria de la naturaleza. Hanami significa literalmente 'contemplar las flores' y detrás hay toda una filosofía. Se trata de saber apreciar los buenos momentos de la vida, que son preciosos, pero efímeros, como las flores del cerezo.

-Realmente son flores muy simples que viven pocos días pero ofrecen imágenes muy bellas. La naturaleza nos ofrece unos espectáculos que muchas veces no sabemos mirar ni agradecer. La vida moderna no deja mucho espacio para la contemplación.

-Vivimos de espaldas a nuestra fragilidad. Hace cinco años me detectaron un cáncer de riñón y se me cayó el alma a los pies. Vivo con medio riñón y sufro infecciones recurrentes, pero la celebración del Hanami me ha ayudado un poco a asumir la enfermedad y a tirar adelante apreciando las pequeñas cosas del día a día.

-En Catalunya se organizan paseos bajo los cerezos en flor, pero ustedes además hacen un picnic y recitan poesías. Intentamos mantener el espíritu original del Hanami. Joan Manuel Serrat tiene una canción titulada' Sota el cirerer florit' que lo transmite muy bien: 'Sota el cirerer florit / murmuri d'abelles / que m'adormí'. Es exactamente esta sensación. Hemos hecho un ejercicio de buscar poesías escritas por autores catalanes y europeos y parecen hechas para la ocasión.

-¿Cómo transcurre la celebración? Quedamos a las diez y media en la plaza del Pla de l'Estany de Masquefa y desde allí vamos andando en procesión hasta el huerto de los cerezos. Allí nos sentamos en el suelo y los poetas invitados recitan sus poesías, algunas escritas especialmente para este acto. La gente trae su comida y algún postre casero para compartir.

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-Ya llevan ocho años celebrándolo. Todo empezó cuando vi que en un pueblo de las Terres de l'Ebre celebraban un Hanami. Coincidió con que en Masquefa vive un poeta del Ateneu Barcelonès, Jordi Muntaner, y que la nueva presidenta de la entidad L'Alzinar me propuso que hiciéramos una colaboración. A lo largo de los años el interés ha ido aumentando pero ahora el payés que trabaja el campo está empezando a arrancar los árboles porque ya no puede cuidarlos y, además, le roban la mitad de las cerezas.

-¿Tienen un plan b? Por el momento nos sigue dejando el campo y nos lo limpia para poder celebrar el Hanami, pero quizá tendremos que empezar a buscar a alguien que nos ceda un trozo de campo sin cultivar para plantar nosotros mismos los cerezos.