Gente corriente

Jordi Rodríguez: «La vida tiene un alto componente de azar»

Este estudiante de 17 años disfruta saltando de continente en continente para concursar en olimpiadas matemáticas

Jordi Rodríguez, a sus 17 anos, ha participado en las Olimpíadas Internacionales de Matemáticas.

Jordi Rodríguez, a sus 17 anos, ha participado en las Olimpíadas Internacionales de Matemáticas. / ELISENDA PONS

3
Se lee en minutos
Gemma Tramullas
Gemma Tramullas

Periodista

ver +

Cuando era muy niño, Jordi Rodríguez Manso (Barcelona, 1999) se distraía sumando los números de las matrículas de los coches. Más adelante ocuparía muchas horas de ocio compitiendo en juegos de lógica y estrategia con sus padres y sus abuelos. Ahora, a sus 17 años, vive un verano de campeonato. En julio participó en la Olimpiada Internacional Matemática de Brasil, la semana pasada estuvo en la Olimpiada Internacional Informática de Irán y en septiembre irá a la Olimpiada Iberoamericana de Matemática.   

–¿No haces vacaciones? Descansaré algunos días en agosto, pero no es pesado porque hago lo que me gusta.

–¿Qué te da tanta satisfacción? Si una cosa es muy fácil no te aporta ninguna satisfacción y si es demasiado difícil y no te sale, tampoco. Disfruto estando frente a un problema bonito y pensando en cómo abordarlo. El clímax llega cuando dices: «¡Ya lo tengo!». La gran satisfacción es poderle ganar al problema.

–Has ganado unos cuantos concursos. En sexto de primaria tuve la oportunidad de presentarme al concurso Fem Matemàtiques. Aquel año mi padre me ayudó a prepararme para la prueba y gané. Quedé primero tres años seguidos y supongo que los buenos resultados me animaron a presentarme a las pruebas Cangur y a las olimpiadas. 

–Eras el único catalán en el equipo español de la olimpiada de Brasil y has vuelto con una medalla de bronce. Fue una olimpiada difícil. La puntuación máxima era de 42 y el mejor sacó 35. Yo me quedé en 18, a un punto de la plata. Por cierto, había un concursante que iba rodeado de guardaespaldas y cuando miré su acreditación vi que era Hafez el Assad, el hijo del presidente sirio.

–¡Caray! Y hablando de los concursantes, erais 553 chicos y solo 62 chicas. Pasa en todas las olimpiadas matemáticas. He oído decir que las chicas son menos competitivas, pero no creo que eso tenga nada que ver. Quizá no se las incentiva tanto o no se sienten motivadas al ver que casi todos los concursantes son chicos.

–¿Qué ha sido lo mejor de las olimpiadas de informática en Irán? Ver que el esfuerzo para prepararme ha sido útil y que he mejorado mucho desde la olimpiada del año pasado, en Rusia.

–Eres hijo único. ¿Qué te gustaba hacer de niño? A mi padre siempre le han gustado mucho los juegos de pensar, de lógica y de estrategia y jugaba mucho con él. También pasaba horas con mis abuelos jugando a las cartas y al dominó.

–¿Crees que eso tiene algo que ver con tu afición a los concursos matemáticos? No lo había pensado, pero supongo que sí. Ahora ya no utilizo un tablero y unas piezas, pero sigo pensando para encontrar la solución a un problema y ganar.

–Entre tener talento o capacidad de trabajo, ¿con cuál te quedas? 

–Con la capacidad de trabajo. Si eres joven y tienes talento, probablemente serás mejor que otros que se esfuerzan el doble que tú pero, si no trabajas, al final los que se esfuerzan acabarán superándote. Pero además, la vida tiene un alto componente de azar y yo he tenido mucha suerte.

Noticias relacionadas

–¿Por qué lo dices? Tuve la suerte de que en mi escuela me informaran de que existía el concurso Fem Matemàtiques, las pruebas Cangur y el programa Estalmat de estímulo del talento matemático. Gracias a esto, la Fundació Cellex me becó para estudiar el bachillerato científico internacional. Quizá en otra escuela no me hubiera enterado de nada y no hubiera ido a Brasil, ni a Irán, ni estaría estudiando Matemáticas.  

–El Centre de Formació Interdisciplinària Superior te ha becado para estudiar Matemáticas e Ingeniería de Datos en la Universitat Politècnica. ¿Adónde quieres llegar? No me lo he planteado. Mi objetivo ahora mismo es dedicarme a lo que me gusta