El mercado laboral

Enfermos en el trabajo

Con más de cinco millones de parados registrados, coger la baja es visto como un riesgo

Dos datos para describir un mercado de trabajo. El primero: el número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo supera ya los cinco millones de personas. O lo que es lo mismo: un nuevo récord. Negativo, claro.

El segundo dato: en el último año se han reducido en un 7,4% las bajas laborales por enfermedad expedidas en Catalunya, tal como ayer informaba EL PERIÓDICO. O lo que es lo mismo: los trabajadores cogen menos bajas por dos motivos: porque no quieren perder sueldo y porque tienen miedo a perder el trabajo.

«He estado enfermo dos días -cuenta en un e-mail un lector de Cardedeu que se identifica como Jordi- y para no perder dinero de mi pequeño y recortado sueldo de funcionario tuve que pedir vacaciones. Si este es el futuro que nos espera, quiero bajarme del tren». Para muchos ciudadanos, no es futuro: es el crudo presente.

“Coger la gripe es un lujo hoy en día” / periodico

3
Se lee en minutos
INMA SANTOS HERRERA / Barcelona

MARIA ISABEL FERRER MARÍN FUNCIONARIA INTERINA DE LA GENERALITAT "Coger la gripe es un lujo hoy en día"

"No me puedo permitir ponerme enferma". Maria Isabel Ferrer Marín, de 56 años de edad, tiene claro que ponerse enferma tiene consecuencias, y no solo físicas, sino económicas. Por eso, cuando el pasado mes de febrero la gripe llamó a su puerta, no recurrió a la baja laboral. Los síntomas llegaron un viernes por la tarde y la obligaron a guardar cama todo el fin de semana con fiebre. El lunes, a 38,5º fue incapaz de levantarse para ir a trabajar: "Pensé que con un día más ya estaría lista". Pero el martes el cuadro no había mejorado: escalofríos, dolores en todo el cuerpo, tos, mocos, y otra vez 38,5º de fiebre... Aún así, Maria Isabel hizo de tripas corazón y se presentó puntual en su puesto de trabajo. Es auxiliar administrativa en la Secretaria de l'Esport de la Generalitat. "No podía coger la baja", justifica esta funcionaria interina desde hace siete años.

El de Maria Isabel no es un caso aislado, sino otro más que engrosa el porcentaje de certificados de incapacidad transitoria que no se expedirán en Catalunya este año (en el 2012 se registraron un 7,4% menos). Un caso más de la caída de las bajas laborales por miedo. ¿Miedo a qué?

Rebaja salarial

En el caso de Maria Isabel por temor a las consecuencias económicas o, en otras palabras, a perder salario. "Según la nueva disposición del Departament de Governació, si cojo la baja, me descuentan del sueldo el 50% del primer al tercer día, y el 25% del cuarto al vigésimo", explica esta auxiliar administrativa que ya ha hecho números. Así, sobre el papel, una semana de baja supone 100 euros menos en su nómina de 900 euros. "20 días, 230 euros menos", recita sus cálculos.

Ella lo tiene claro: no es que las bajas laborales hayan disminuido ni que la gente enferme menos, es que "hoy en día ponerse enfermo es un lujo". Y precisamente por eso, Maria Isabel decidió no coger la baja, con las consecuencias no económicas que eso implicaba, sobre todo, contando que parte de su trabajo consiste en atender al público. "Aguantaba como podía toda la jornada y en cuanto llegaba a casa, un gelocatil o un ibuprofeno, leche con miel y a la cama... hasta la mañana siguiente". Y es que lejos de lo esperado, su cuadro febril y todos los síntomas la acompañaron toda una semana. A ella y a sus compañeros de trabajo. "Al final, se acaba creando una situación incómoda", apunta.

De la broma al recelo

Noticias relacionadas

Cuenta Maria Isabel que es la primera vez en siete años que coge una gripe así, que siempre ha alardeado de buena salud entre sus compañeros, así que el primer día que apareció en estas condiciones tuvo que aguantar alguna broma. Pero en los siguientes días, las chanzas pasaron a convertirse en recelo porque entró en juego el riesgo de contagio. "Lo siento mucho por ellos, pero no ir a trabajar me suponía perder mucho dinero". Poco antes, otras dos compañeras se habían encontrado en la misma situación. "Tampoco cogieron la baja, supongo que por el mismo motivo que yo". En su departamento son cinco y no se ha librado ninguno.

Maria Isabel ha sufrido como todos los funcionarios los recortes del Gobierno central y del autonómico, a los que como interina se ha sumado una penalización del 15%. "Y ahora si me pongo enferma me penalizan. ¿Para qué llevo 35 años pagando a la Seguridad Social?". Está de acuerdo en que se castiguen los abusos, pero cree que con esta fórmula están pagando justos por pecadores. Pide una solución, pero no es optimista. Entre resignada e indignada solo pide poder mantener de ahora en adelante la buena salud que siempre la ha acompañado.