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El precario puente de la calle Santander

El lector Pedro Montalbán envió una carta en la que se quejaba de la precaria estructura metálica del puente de la calle Santander, que une el barrio de La Verneda con Bon Pastor en su paso por las vías del tren. Si tú también tienes una denuncia, envíanosla. La investigaremos y le buscaremos respuesta. 

Puente metálico de la calle Santander, a su paso por las vías del tren

Puente metálico de la calle Santander, a su paso por las vías del tren / RICARD FADRIQUE

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JUDIT LECHÓN / BARCELONA

Una gran estructura metálica desgastada por el paso del tiempo es a lo que en la calle Santander de Barcelona, en el distrito de Sant Martí, llaman un puente. Construido en los 90, este puente sirvió para unir el barrio de La Verneda con Bon Pastor, “una arteria importante”, según el estudioso de la zona y  autor del libro ‘La Verneda-Vía Tajana’, Antonio Herrera Valiente. Vecino del barrio desde pequeño, Herrera añade: “En 1953 un proyecto inauguró el barrio con dieciocho bloques de viviendas, aunque las vías del tren aun no habían llegado para los ciudadanos de la zona. Al cabo de unos años se construyeron las vías “muertas”, que abastecían la producción del Comercial de la Mina Dos y donde solíamos jugar los más pequeños. Pocos años después ya se verían pasar los primeros convoy de pasajeros por La Verneda-Vía Tajana”.

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Con las primeras vías construidas, los vecinos de la zona vieron cortado su paso de un barrio al otro. El puente supuso, como explica Herrera Valiente, un avance importante, aunque hoy en día se ha convertido en una molestia. Pedro Montalbán, comercial de Badalona de 52 años, pasa diariamente por la zona y considera que dicho puente “no está bien acondicionado”. Sus numerosos escalones, su estructura poco segura y su estrechez dificultan el paso de carritos y bicicletas, lo que supone que muchos opten por circular por la carretera, es decir, andar entre coches. "En el cambio de rasante se encuentran los que van con los carros de chatarra, coches, ciclistas y personas caminando. Es peligroso”, cuenta Montalbán. Y, añade: “Ese puente es el reflejo de las diferentes velocidades con las que esta ciudad llamada Barcelona camina”. El comercial se queja de que mientras la atención política y mediática se centra en el urbanismo en la Diagonal o la plaza de las Glòries, "todo el mundo se olvida de rincones un poco marginales". Como el puente de la calle Santander.

Cierto es que se trata de un barrio obrero, donde abundan las personas que rebuscan entre las basuras y los carros llenos de chatarra. Montalbán acusa al Ayuntamiento de echar la vista a un lado cuando se trata de acondicionar los barrios más humildes. Mientras tanto, por el puente siguen pasando cientos de personas al día.