La encrucijada del socialismo

La brecha socialista

La profundidad de la división y la dificultad de superarla, ejes de las cartas de los lectores sobre la crisis del PSOE

Díaz, López y Sánchez

Díaz, López y Sánchez / Mariscal (EFE)

3
Se lee en minutos
Enric Sala
Enric Sala

Periodista

ver +

La crisis del PSOE ha originado en los últimos meses, desde el dramático y tumultuoso comité federal del 1 de octubre, en el que Pedro Sánchez fue forzado a abandonar la secretaría general, decenas de cartas de los lectores de EL PERIÓDICO. Sus opiniones, casi siempre desde una perspectiva de izquierdas, han pivotado sobre dos ideas: que lo que está en juego va más allá de una pugna entre personas (aunque a veces lo haya parecido, y mucho) y que el PSOE no cerrará las heridas tras las primarias de este domingo. Y es común a casi todas las participaciones el deseo de que en España se forje una alternativa real al PP y la convicción de que Sánchez ha sabido encarnar muy bien el papel de político ajeno al establishment.

El 13 de julio del 2014, Sánchez se alzó con el liderazgo de un PSOE ya en declive. Tuvo los votos del 49% de los militantes y el apoyo de todos los pesos pesados del partido. «Los grandes líderes del PSOE sabían que el gran fracaso estaba cantado y que tenían que buscar al testaferro de turno para que recibiera todos los golpes», escribe Amadeu Fernando, de Barcelona, que añade: «Pero resulta que el testaferro tiene mucha más personalidad y carácter del que creían los viejos dirigentes». Y opina Jaume Font, también barcelonés: «Susana Díaz está apoyada por los dinosaurios de toda la plana mayor del PSOE, y, claro, lo único que quiere es ser como ellos, aunque no se ha dado cuenta de que ya no son de esta época».

"ES TREPA, CALCULADORA"

Desde San Sebastián, Rafa Zamora da estopa a la dirigente andaluza –«es trepa, calculadora» y no se da cuenta de que «la sociedad se ha hartado de que siempre se coman el pastel los mismos que luego salen por puertas giratorias»–, pero también a Sánchez –«su arrogancia parece no tener límites»–, si bien le reconoce que «fue fiel a sus principios y dijo no a Rajoy». Del tercer aspirante, Patxi López, sostiene: «No entiendo su estrategia: no tiene ninguna posibilidad de ganar y va a salir de todas todas trasquilado».

Manuel Gutiérrez Cañizares, de Bigues i Riells, expone sus deseos «como socialista»: «Un PSOE que mire hacia adelante, que reconozca sus fallos y se enorgullezca de sus logros, que utilice a esa gente trabajadora que en su día lo aupó al poder para que vuelva a confiar en él con sus actos. Un PSOE que sea capaz de aglutinar todas las vertientes socialistas para que la última voz sea la del pueblo». Una aspiración no muy distinta de la de otro militante «de toda la vida», Francesc Carafí, de Sant Sadurní d’Anoia: «Un PSOE que represente a la clase media. Un PSOE realista y de izquierdas (...). Un PSOE que no esté dominado por el poder económico».

EL RIESGO DE UNA ESCISIÓN

Noticias relacionadas

Algunos lectores han incidido en sus cartas en una de las cuestiones que más enfrentan a Díaz y Sánchez, la predisposición a un pacto con Podemos. «Aun suponiendo que fueran la segunda fuerza, ¿cómo van a gobernar sin pactar con Podemos?», pregunta Serafín Valladares, de Cangas de Morrazo (Pontevedra), en alusión al ninguneo de la formación morada por parte de la presidenta de la Junta. Hay que dar una oportunidad a un pacto de ese tipo, dice Domingo Sanz, de Esporles (Mallorca). «No atreverse a concederla tiene dos nombres posibles, y el mejor es cobardía», sentencia.

Aunar esfuerzos para ganar al PP,  petición repetida desde una óptica de izquierdas

La crisis del PSOE no es muy distinta de la que sufren casi todos los otros grandes partidos de la socialdemocracia europea, atrapados entre un liberalismo sin freno, la recesión económica y el debilitamiento del Estado del bienestar. Su viejo discurso no ha sido renovado en la parte que lo precisaba, y en cambio ha olvidado principios fundamentales. Hay lectores pesimistas en cuanto a que el líder que salga de las primarias de mañana sea capaz de devolver al PSOE el esplendor perdido. «No parece que ninguno de los candidatos sea la cabeza que pueda dar con la clave que recupere el pulso socialista y dé cobertura política a excluidos, parados, precarios y asalariados», dice Jesús Pichel, de Madrid, que también ve difícil que el perdedor se pueda integrar en el equipo del vencedor y advierte del riesgo de una escisión. Otros, como Anna Maria Muntada, de Granollers, llaman a los socialistas a «unificarse sin recelos ni resentimientos para ser auténtica alternativa de Gobierno a los populares». ¿Serán capaces?

Tres cartas de lectores

José Herrera, Málaga.