Basura que no es de nadie

 Desde escombros hasta pañales. Cantidades ingentes de basura se acumulan entre la vía del tren y la valla a lo largo de la calle de Eduard Maristany, de la estación de Sant Adrià de Besòs a la aven ida del Maresme. «Ocurre desde hace más de cuatro años, y es una cuestión de salud pública. Seguimos a la espera de que surja alguna epidemia», denuncia Eliana Musicant, quien contempla cada día este triste paisaje en su trayecto del trabajo a casa. Pero no es –o no solo–, como dice ella, «un problema de dejadez y desidia». Tras él hay una enconada batalla legal entre el Ayuntamiento de Sant Adrià y Adif, la empresa pública gestora de infraestructuras ferroviarias. Y el uno por el otro, la vía sin barrer.

«Nosotros recogemos la basura como podemos, pero la responsabilidad de limpiar completamente el tramo y reponer las vallas caídas que permiten verterla es de Adif», afirma José Luis Martínez Cardoso, presidente del área de Territorio del ayuntamiento. «Desde el 2008 hacemos requerimientos a Adif para que recoja los desperdicios. Le hemos impuesto tres multas coercitivas por incumplimiento de orden de ejecución, pero se siguen negando a limpiar», añade.

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La Jefatura de Comunicación de Adif afirma por su parte que el problema es de «incivismo» y que no le corresponde a la empresa ni limpiar ni reponer las vallas porque no tiene que ver con la explotación del servicio ferroviario. «Hace unos años, ante lo insostenible de la situación, propusimos un pacto por el que Adif repondría las vallas y a partir de entonces haría un seguimiento ordinario, y el ayuntamiento haría el mantenimiento correctivo derivado de actos vandálicos. Pero no ha habido acuerdo», sostiene. Ni mucho menos: el ayuntamiento ha denunciado penalmente a Adif por un presunto delito de desobediencia, explica Cardoso. Parece, pues, que mientras la justicia no resuelva el conflicto de una vez por todas los vecinos y usuarios del tren van a tener que seguir observando «atónitos cómo la basura, la suciedad y las ratas aumentan cada día sin que nadie haga nada por resolverlo», como denuncia Eliana.

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