Alessandro Scherini: «El emprendedor italiano está atento a Barcelona»

Su dominio tributario es el paracaídas de quien aterriza en Barcelona con idea de abrir un negocio. Sobre todo, si es italiano

zentauroepp39855384 alessandro schierini  contra  contraportada170830173714

zentauroepp39855384 alessandro schierini contra contraportada170830173714 / Mireia Reynal

2
Se lee en minutos
Carme Escales
Carme Escales

Periodista

ver +

Alessandro Scherini pertenece a la comunidad extranjera más numerosa en Barcelona: la de italianos. De padre italiano y madre argentina –de origen danés–, nació en Buenos Aires en 1975, pero con 3 años se trasladó con ellos a Italia, donde vivió hasta el 2003. Vino a Barcelona con una beca universitaria y conoció a su esposa, una estudiante franco-argentina también becada en la UAB. Ambos dedicados al mundo empresarial. Él lo hace, en concreto, allanando el abrupto camino burocrático del que llega de fuera con la ilusión de abrir negocio aquí. Lengua, cultura y su saber de finanzas en Italia acentúan su ayuda al emprendedor que viene de allí.

 

–Barcelona atrae a los italianos...

–Sin duda. Desde que llegué, la comunidad italiana ha crecido mucho. Pero muchos censados en el consulado provienen de países extraeuropeos, tienen doble nacionalidad. Al margen de ello, el italiano ha desarrollado siempre el espíritu emprendedor –el 90% del tejido empresarial italiano son pymes– y España es atractiva para invertir. El emprendedor italiano siempre mira a España y Catalunya y está atento a Barcelona.

 

–En su último artículo en Linkedin habla de incentivos fiscales para start ups. ¿Aquí facilitamos las inversiones empresariales?

–Según el ranking del Banco Mundial, España ocupa la posición 32 en ello. Italia la 50.

 

–¿De quién estamos lejos aún?

—Singapur, Nueva Zelanda, los países escandinavos, Estados Unidos, el Reino Unido o Austria facilitan más las inversiones.

 

–¿A Barcelona llegan más italianos o italianas a montar sus negocios?

–En los últimos dos años se ha notado el aumento de italianas emprendedoras que vienen a invertir, pero aún son más los italianos que lo hacen. En Italia es igual. Cada vez hay más emprendedoras, pero el hombre sigue predominando en los negocios.

 

–¿Cómo ve la economía italiana actual?

–La inestabilidad política característica de mi país no ayuda en tiempo de crisis ni a la macroeconomía ni a la microeconomía. Han sido la flexibilidad, la creatividad y la capacidad de aportar soluciones innovadoras del pueblo italiano las que han situado a la economía italiana en un buen lugar en la economía mundial, pero la incertidumbre nacional e internacional, como el desarrollo del 'brexit', la política económica de Trump o el rol sobre los intereses del Banco Central Europeo, creo que auguran algunos años de crecimiento moderado.

 

–El proceso independentista en Catalunya ¿frena a quien quiere invertir aquí?

–Como todo posible cambio, genera miedo y dudas. Puede que ralentice alguna toma de decisiones, pero para ser objetivos habría que evaluar caso por caso. Cuando llegué aquí como estudiante, ni yo ni mis compañeros extranjeros sabíamos que aquí se hablaba otra lengua, y actualmente la prensa internacional está llena de noticias sobre el proceso independentista.

 

–¿Y sobre los atentados? ¿En Italia se cree que la presencia de la Mafia juega un papel en la ausencia de ataques yihadistas? 

–No podemos saber cuánto depende eso del control policial que ya vigila a las organizaciones mafiosas, y cuánto de la presencia de las organizaciones mafiosas que controlan determinadas zonas y que no permiten el ingreso de otros criminales.

 

–¿Cómo sigue la información de Italia?

–Leo 'on line' el 'Corriere della Sera', 'La Repubblica', 'Il Sole 24 Ore' y 'La Gazzetta dello Sport'.

 

Noticias relacionadas

–¿Ayudar a compatriotas a abrir negocios aquí aporta un valor añadido a su trabajo?

–A mí me apasiona ayudar al emprendedor a solventar problemas, en cualquier punto de desarrollo de su proyecto. Al despacho [www.aleiva.com] llegan de todas partes. Si son italianos, me ocupo yo. Me identifico, conozco sus temores.