BÁRBARA PEÑA. MONITORA. 24 AÑOS

«530 euros al mes no dan para hacer muchos planes»

Vivir a base de minijobs. Dos personas cuentan su experiencia / M. PELLICCIA / M. TUDELA

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INMA SANTOS HERRERA

Bárbara Peña es diplomada en Magisterio de Educación Primaria, especializada en Educación Física. Hace tres años que acabó la carrera y sueña con una plaza en un colegio, «un contrato con un horario normal y un solo sueldo». No se rinde, pero lo ve poco viable a corto plazo. Está dispuesta a esperar, pero ¿mientras? Unas horas por aquí y otras por allá, un trabajo extra ahora y unos días entre semana después... Y así, ir sumando con mucho esfuerzo hasta reunir algo parecido a un sueldo cada mes. Por eso, la vida de Bárbara durante todo el año es un no parar. Sobrevive al verano como monitora de esplai y mientras, activa la operación septiembre: bombardeo de currículos a diestro y siniestro.

No, no es profesora, pero de septiembre a junio su calendario laboral se rige por el escolar, o mejor dicho por el extraescolar: de la una del mediodía a las tres de la tarde, monitora en el comedor de un cole (300 euros al mes); de cinco a siete, entre semana, entrenadora de  dos equipos de baloncesto infantiles; los sábados «toca ir a los partidos de liguilla», explica, y los domingos, tres horas como monitora deportiva en el club (en total, otros 230 euros).  Y en Semana Santa también puede sacarse algo como monitora de esplai.

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JUVENTUD / Mucho ruido y pocas nueces. «530 euros al mes no dan para hacer muchos planes», concluye Bárbara, que a duras penas ahorra 100 al mes y, por supuesto, vive con sus padres. Se pasa el día de un trabajo a otro. Ahora no le importa, tiene ganas y energía, es joven, pero mira a su alrededor («tengo compañeros de más de 30 años que siguen igual») y piensa en el futuro. Nada le hace disfrutar más que trabajar con niños, pero... «¿Y si a los 40 me he hartado?», se pregunta.

Por si acaso, quiere estudiar un grado de Educación Social, a distancia, porque no se puede permitir dejar de trabajar y son 1.500 euros por semestre. Pero este plan, como otros, va a tener que esperar. Este año sus ahorros son para sacarse el First Certificate de inglés. «Sin él no voy a lograr plaza nunca», dice.  Y un sueño es un sueño.