¿Habrá Mas aprendido la lección?

El debate en TV-3 de la campaña del 2006 fue, tácticamente, un cuatro contra uno. En este sentido, el peor momento llegó cuando, de forma insospechada y justo antes de sonar la campana final,Carod-Roviraatacó virulentamente aMasacusándole de no desear queMontillafuerapresident por su origen inmigrante, golpe bajo que los convergentes tardarían mucho en olvidar.

Todos los sentados a la mesa triangular deCunísabían que, pese a las promesas de no hacerlo, si los partidos de izquierdas alcanzaban los 68 diputados se reeditaría el Gobierno de coalición. Así es que el tripartito, pero tambiénPiqué-muy molesto por la visita al notario deMas-, puso toda la carne en el asador. De los cinco candidatos a presidir la Generalitat que participaron en aquel debate, solo dos han sobrevivido:MasyMontilla,MontillayMas.

El combate televisado de hoy será de seis, tras la entrada de los Ciutadans deRiveraen el Parlament. Las sillas deCarod-Rovira,PiquéySauralas ocuparánPuigcercós,Sánchez-CamachoyHerrera.En CiU siempre han estado convencidos de que aquel trance incidió en el desenlace de las elecciones, y también de que nada fue casual. Esto es, que los rivales deMasse coordinaron, se conjuraron, se pusieron de acuerdo sobre qué debía hacer cada uno para que el convergente saliera mal parado.

Sea cierto o no, en aquel debate de un viernes, 20 de octubre,Masse equivocó al querer responder a todos y cada uno de los incontables ataques que recibió, hasta el punto de olvidar que en estas ocasiones el objetivo del candidato no es intentar convencer a sus rivales, sino que uno debe concentrarse en hacer llegar su mensaje a la ciudadanía. El resultado fue que se confirmó a ojos de muchos el sambenito de prepotente ysobradoque políticos rivales y algunos medios de comunicación se habían encargado de colgarle. Hoy tendremos ocasión de ver hasta qué punto han cambiado las cosas. ¿Se repetirá el cuatro contra uno? ¿Será objeto de asedioMontillaesta vez? ¿Habrá aprendido el líder de CiU la lección de entonces?