ERC descarta cambios en la dirección antes de las municipales

El presidente de ERC, Joan Puigcercós, ha anunciado que seguirá al frente del partido pese al batacazo electoral de ayer, en el que los republicanos perdieron la mitad de los votos y pasaron de 21 a 10 escaños. El líder independentista ha admitido errores en la campaña y ha encargado a su secretario general, Joan Ridao, la elaboración de un documento de trabajo que fije una nueva "hoja de ruta" de aquí a las elecciones municipales, en mayo del 2011. Hasta esa fecha, no habrá cambios en el timón de un partido aún escocido por su convulso proceso congresual del 2008. Los próximos comicios serán claves, pues Puigcercós no ha descartado convocar un congreso extraordinario si continúa la sangría de votos.

En una larga reunión de la ejecutiva de Esquerra, los miembros de la cúpula republicana han cerrado filas con Puigcercós y han asumido que su paso por el Govern y la crisis económica han desencadenado el descalabro electoral. El presidente del partido, que ha terminado su rueda de prensa entre aplausos de sus dirigentes, ha reconocido que una parte importante de votantes que confiaron en ERC en el 2003 y el 2006 han optado ahora por CiU o por la Solidaritat Catalana de Joan Laporta. Pero también ha admitido que "no ha sabido captar el voto" del electorado más catalanista del PSC, que ha preferido decantarse por Artur Mas. No obstante, Puigcercós ha tendido nuevamente la mano a Mas para negociar su investidura, aunque sin renunciar en ningún momento a sus condiciones de gobernabilidad, entre ellas el referendo independentista.

Proceso rápido

En clave interna, ha dado por abierta una nueva etapa en el partido. "Hasta ahora hemos restado. Ahora toca empezar a sumar", ha afirmado. Para ello, Puigcercós quiere que el consejo nacional debate un documento de reorientación política, el primer paso de un proceso regenerador que debe ser rápido, ante la inminencia de las elecciones municipales. Tras admitir que su liderazgo dentro del partido siempre ha sido "débil", el líder de Esquerra ha asegurado que llega el momento de cohesionar internamente la formación y "solidificar" ese liderazgo, aprovechando que ya no quedan sectores críticos.