LA OTRA ENTREVISTA

Artur Mas: «Soy gato escaldado. Solo he tenido victorias amargas»

XAVIER SARDÀ

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-¿Cuántas horas ha dormido hoy?

-Déjeme que recuerde... He dormido cuatro horas seguidas, desde la una hasta aproximadamente las cinco de la madrugada. Después me he pasado media hora o tres cuartos despierto y luego he vuelto a dormir una hora y media más.

-¿Y ese rato despierto?

-Pues estabaemprenyat. Por no dormir. [Ríe.]

-Imagino que son días intensos. Puede llegar a ser president.-Bueno, yo no me fío. Soy gato escaldado. Muy escaldado.

-Su caso es bastante curioso. Sabe lo que es ganar y perder al mismo tiempo.-Sí. Yo conozco las victorias amargas y otros conocen dulces derrotas. No me quejo porque de todo se aprende en la vida. De las bofetadas, también, y le aseguro que políticamente me he llevado alguna.

-Cuando Pasqual Maragall fue alcalde de Barcelona, usted estuvo ocho años en la oposición. Luego, en el Govern, ocho años en tres departamentos diferentes. Y ahora lleva siete años en la oposición.-Eso es la política y la democracia. No siempre se puede mandar.

-Dinero y sexo, dicen, mueven la historia. No hay derecho que estuviese usted a tocar -con perdón- de Scarlett Johansson...

-[Sonrisa.] Voy a aclarar esto. Yo estaba con Scarlett Johansson a un lado y con Anne Igartiburu al otro lado. Pssssh... ¡Eh! ¡Eh! ¡Al tanto, que va de canto! Hombre, una podría ser mi hija, Scarlett, que tiene 26 años y es muy agradable y fantástica. En cambio, Anne es de otra generación, también está muy bien y tiene 42. Ya lo ve, una a la derecha, otra a la izquierda y yo en el centro [risa maléfico cachonda]. Al final, ninguna de las dos me dio el teléfono.

-Usted debe de haber recibido bastantes ofertas sexuales...-No... no crea. No, de verdad que no. Al menos no he tenido conciencia de ello. Tampoco lo he buscado. Me gustan mucho las mujeres, ¡eh!, mucho. Como todo el mundo, soy de carne y hueso, pero he procurado resistir cualquier tentación.

-¿Lo ve? Si las ha resistido es porque ha habido tentaciones.-Hombre, claro que se han producido, tengo 54 años.

-Usted estudió en el Liceo Francés.

-Al principio, sí. Estaba cerca de donde vivía, en Gal·la Placídia, y nuestros padres decidieron llevar al Liceo Francés a todos los hijos. Después fuimos a una derivación, que es el Aula Escola Europea.

-En nuestro bachillerato se estudiaba francés.-¿Usted qué edad tiene, Sardà?

-Tengo 52 años.

-Es más joven que yo. Yo tengo 54. Somos de la misma quinta y, efectivamente, en aquella época se estudiaba francés. Estaba considerado el idioma culto.

-Sí, y al acabar la carrera, venga a estudiar inglés.

-Sí, señor, venga con el inglés.

-Mire, aquí tengo escrito cómo es su carácter en función de su nombre. Artur quiere decir oso. Dice: «Hombre enérgico u obstinado».-Más bien sí.

-«Algo rudo y de aspecto luchador».

-Más bien no.

-«Cuyo fin primordial es el poder y los bienes materiales».-Los bienes materiales, seguro que no. En cuento a lo del poder, suena mal, pero si uno quiere ser presidente de la Generalitat, indiscutiblemente tendrá poder. El poder, sí, pero como instrumento, no como finalidad por él mismo.

-«Los Arturs poseen buena inteligencia y capacidad de adaptación».

-Capacidad de adaptación, mucha. Creo que lo he demostrado estos años. Inteligencia, normal. Si acaso, mi mérito es ponerle fuerza de voluntad a las cosas.

-«Capaces de grandes cóleras cuando se enfrentan a las iniquidades».-No, yo me enfado, pero no de forma colérica. Alguna vez he podido perder los estribos, como todo el mundo, pero nunca coléricamente.

-Menuda la armó diciendo que la fiscalía había entrado en campaña.-Lo pienso. Pienso que algunos sectores de la fiscalía han entrado en campaña. Porque en una causa que hace un año y medio que dura, no es normal que la fiscalía aparezca ahora, a pocas semanas de unas elecciones y con vientos de cambio.

-La acusación es muy grave.

-La fiscalía es un órgano mandado jerárquicamente por el Estado. No es el juez, no hemos dicho la justicia.

-Hay una forma de que la fiscalía no aparezca en momentos inoportunos, y es que no haya indicios de financiación irregular.-Yo soy el primero que pido que, cuando esté abierto el proceso judicial, podamos comparecer delante del juez para dar todas las explicaciones que sean necesarias.

-Mire, no sé si lo de la fiscalía lo dice porque lo cree de verdad o porque le conviene electoralmente a corto plazo.-Porque lo creo. Creo que hay miembros de la fiscalía que nos tienen puesto el ojo encima y sacan todo esto ahora para perjudicarnos.

-Si no lo creyese de verdad, casi sería pecado. ¿Se confiesa usted?-No, confieso que no me confieso.

-¿Cree en los milagros?

-Hombre... En los que hizo Jesucristo, sí, pero, desde luego, en política no hay milagros.

-Hablemos de la familia. Sus hijos tienen 27, 23 y 18 años. ¿Han tenido un padre ausente?-Han tenido un padre ausente físicamente y cercano sentimentalmente. Cercano en cuanto al seguimiento de sus vidas, pero a distancia. Con una conexión emocional que casi podríamos llamar telepática. No quiero exagerar, les he seguido de cerca y les he visto mucho, pero ellos han tenido un padre ausente.

-Ya pueden votar todos. El menor ha cumplido 18.-Sí, y le ha tocado ser suplente primero en una mesa electoral.

-Ya lo puedo ver: «Papá, ¡que me quiten...!»-Ni papá ni puñetas. Papá no interviene en esas cosas.

-¿Le votarán a usted?

-Los dos mayores ya me han votado en otras ocasiones. El más joven... creo que también lo hará.

-¿Cómo se tomaron el hecho de que usted ganase dos elecciones y que la aritmética parlamentaria le impidiese gobernar?-No me dijeron mucho... Yo no me abatí nunca, aunque me disgusté y en algún momento me costó mucho. Hombre, recuerdo cuando tuve que asistir a la toma de posesión de Maragall comopresident. Tuve que hacer de tripas corazón. Y tres años después, cuando asistí a la investidura de José Montilla, tuve que hacerlo de nuevo. Espero que haya dos sin tres. Sin embargo, nunca me hundí. En casa, mi esposa se enfadó en algunos momentos, incluso más que yo, porque ella consideraba que aquello era una injusticia. Es más impulsiva que yo y lo llevó peor.

-¿Por qué los presidentsno viven en el Palau de la Generalitat? Solo lo hizo Josep Tarradellas.-Yo, efectivamente, tampoco lo haré si llego a serpresident. ¿Por qué? No lo sé. Aquí, en Catalunya, nuestra forma de actuar en política es máscasolana. No hay tanta pompa ni tanto empaque. No hay tanta parafernalia. Tú estás en casa, lo cual no quiere decir que te quedes allí algún día si tu cargo lo exige.

-Tienen ustedes allí la habitación de los espejos de la época de Juan Antonio Samaranch, de cuando la Diputación de Barcelona. La cosa más kitsch que jamás he visto.-Sí, señor, de la época Samaranch.Allí quedo y ahí esta.

-A otra cosa... Usted hace equilibrios entre sectores de Convergència más independentistas y otros que no lo son tanto. Llega a puntos de una cierta lógica cauta. Dice que el momento será cuando la sociedad esté madura, pero que no quiere dividir a la sociedad catalana. Y va el señor Felip Puig y sale saltando y gritando: «In, inde, independencia».-En el fondo, yo, como presidente de la federación, tengo que hacer una síntesis de las diferentes sensibilidades. Tengo que procurar ser el punto medio. En definitiva, independentistas y catalanistas vamos en el mismo vagón. Creo que no hay que poner límites al camino, pero sí condiciones. Una cosa es tener problemas con Madrid, que siempre han existido, pero en la medida de lo posible hay que evitar tener problemas dentro de la propia Catalunya. No se puede fracturar a la sociedad.

-Usted estudió Ciencias Económicas y Empresariales. ¿Qué me aconseja, ser empresario o político?-He trabajado en la empresa privada durante 10 años. He estado a ambos lados del mostrador. El código de conducta es muy diferente. Yo soy de los que pienso que sería muy bueno que la gente que ha estado en política también conociera la empresa, y que la gente que está en la empresa hiciera alguna cosa de servicio público o incluso de política.

-En la empresa te juegas tu dinero y en la política, el de los demás.-Sí, pero en política tienes que tomar decisiones como si el dinero fuese el tuyo. El que administra los recursos de los demás tiene que administrarlos como si fuesen suyos, así que tiene mucho más cuidado. De lo contrario, gastas por gastar.

-¿Podrán pagar el 4,75%?

-Sí, puede estar tranquilo. Si gano las elecciones y gobierno -que está por ver-, garantizo el pago de los bonos. Otra cosa es que sea un interés muy alto para la Generalitat, lo que demuestra la mala situación financiera de la casa.

Con la misma energía que ha llegado, el gato escaldado saluda a todo el equipo y sale a escape.