Camacho advierte a Mas de que el apoyo del PP a CiU no volverá a salirle gratis

La candidata del PPC a la presidencia de la Generalitat, Alicia Sánchez-Camacho, ha advertido esta mañana a Artur Mas de que los tiempos en que su fuerza apuntalaba gobiernos de CiU en la Generalitat sin pedir nada a cambio se han acabado. La presidenta del PPC ha señalado, en el Foro Primera Plan@, que organiza EL PERIÓDICO, que su partido es una opción de Gobierno y como tal actuará.

Sánchez-Camacho ha señalado que, "en principio" no tiene ninguna intención de llegar a un acuerdo con Artur Mas, máxime cuando la agenda oculta de la federación, según la popular, incluye allanar el terreno "para alcanzar la independencia en un periodo de seis u ocho años". Por si fuera poco, existe también una de esas razones que pueden parecer nimias, de piel, pero que no cabe despreciar. A los populares les ha sentado muy mal que Mas reconociera que no celebró la victoria de España en el pasado Mundial.

Apuesta por el bilingüismo

Sus futuras relaciones con CiU han copado buena parte del turno de preguntas a la que fue sometida la candidata. Ha proclamado Sánchez-Camacho que su partido "tiene unos principios irrenunciables" basados en la defensa del bilingüismo y el doble orgullo de ser catalán y español. Son estos principios, ha afirmado la presidenta del PP, los que llevaron, por ejemplo, a Antonio Basagoiti a pactar, en el 2009, con el PSE, en lugar del PNV, a pesar de que la oferta --en cuanto a cuota de poder-- de los nacionalistas vascos, dijo Sánchez-Camacho, era mejor.

Fue en este momento cuando el presentador del acto, el director de EL PERIÓDICO, Enric Hernández, le ha recordado que Basagoiti había pactado a cambio de nada y le ha preguntado si ella estaba dispuesta a hacer lo mismo con Mas. La respuesta de Sánchez-Camacho ha sido contundente. Ha recordado que en su primera legislatura como diputada en el Parlament, en 1999, "cuando era la diputada número 12 de 132 y Alberto Fernández Díaz presidía el partido", ha rememorado, el PP dio apoyo al que sería último gobierno de Jordi Pujol "por responsabilidad y en busca de una estabilidad". Según Sánchez-Camacho, la actitud y el trato de CiU hacia ellos fue siempre de menosprecio.

De hecho, el apoyo del PP se había iniciado en 1995, las primeras desde 1981 en las que la federación, entonces coalición, no obtuvo la mayoría absoluta.

En cualquier caso, ha dicho Sánchez-Camacho, esto no volverá a suceder. "Catalunya no solo necesita un nuevo Gobierno, sino también una reorientación de las políticas que se realizan. "Nuestro objetivo", ha sentenciado, " es frenar al nacionalismo como ya hicimos en Galicia y en Euskadi".