LAS PROTESTAS 2.0

El día de mañana

F. MASREAL / M. J. IBÁÑEZ / BARCELONA
ALBA G. LAGUNA / MADRID

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Los indignados empiezan a desbordarsusplazas en Madrid y Barcelona. Pendientes de que esta noche las asambleas decidan si las acampadas se prolongan o bien si va llegando el momento de ponerles fin, los concentrados empezaron a sentar ayer las bases de la que entienden que debe ser su estrategia de futuro: extenderse, ampliar los lugares de actuación hacia barrios, pueblos, lugares de trabajo. Crecer como una mancha de aceite.

Tanto si optan por mantener los campamentos en pie como si no, afirman que ahora la tarea es procurar que sus discursos sigan vivos. Por eso, los acampados en la plaza de Catalunya de Barcelona acordaron ayer organizar una manifestación para el 15 de junio, que acabará ante el Parlament. En Madrid, el próximo sábado se harán asambleas en 20 barrios de la ciudad y en otras 10 localidades de la comunidad para seguir propagando el fenómeno.

El objetivo es crear una«red de barrios»para que el movimiento de protesta se extienda y se descentralice. En Barcelona, el propósito es que el fenómeno se extienda desde la semana que viene, además de a los barrios, a las empresas.

De hecho, ya ayer, tanto en Madrid como en Barcelona, se organizaron sesiones de trabajo fuera de las carpasoficialesde la Puerta del Sol y la plaza de Catalunya. El mapa de las ágoras ocupadas se va cubriendo, poco a poco, de color.«En Catalunya, el movimiento está ya presente en prácticamente todas las comarcas»,explicaba ayer un joven, encargado de mantener el enlace con el resto de ciudades y colocar la correspondiente chincheta sobre cada demarcación.

«Vamos a demostrar que este no es un fenómeno preelectoral, como dicen algunos, sino que va a tener continuidad», aseguraba Josep Lluís, médico acampado en la capital catalana«desde el primer día».

Pero antes de echar a volar, advierten los propios acampados, hay que comenzar a definir«un mensaje unitario básico». Son conscientes de que sin un discurso estructurado, sin unas prioridades (que no un programa), será muy difícil que el movimiento cale mucho más allá de los ya movilizados. No es solo una reclamación interna, también es el principal reproche que les llega del exterior.

Por eso ayer, después de unos primeros días de instalación y organización de la intendencia, las comisiones y grupos de trabajo comenzaron a intentar concretar. Los miembros del comité jurídico trabajan ya en cómo se concretará la demanda de reforma de la ley electoral, que, según acordó la asamblea del viernes por la noche, debe incorporar listas abiertas.

Los de educación se preparan para una manifestación, el jueves próximo en Barcelona, en contra de los recortes anunciados por la Generalitat, mientras los de la comisión de comunicación tratan de dar eco al movimiento con boletines informativos que recojan las conclusiones de todas las reuniones.

«No importa si finalmente decimos desalojar las plazas, esto es ya imparable, no tiene vuelta atrás», afirmó, rotundo y convencido, el médico Josep Lluís. Prueba de ello, agregó, es que«el movimiento se está ya internacionalizando», destacó en referencia a las concentraciones celebradas estos días ante sedes diplomáticas españolas en varios países.

También en España la cosa parece que va a más. El viernes por la noche unas 60.000 personas participaron en las asambleas celebradas en toda España, según datos del titular del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Solo en Barcelona se congregaron ayer, a media tarde, mientras se celebraba la denominada asamblea de reflexión colectiva, unas 5.000 personas.

Ayer, la afluencia de gente a las concentraciones superó las cifras del viernes. En Madrid, la participación fue tan amplia que espacios cercanos a la Puerta del Sol, como la plaza de Jacinto Benavente y la de Pontejos, acabaron acogiendo reuniones de trabajo. La Policía Nacional impidió que se instalaran allí tiendas de campaña como pretendían algunos.