El PSC reclama votos para ser una alternativa "fuerte" a CiU

La suerte está echada para el PSC. Después de dejarse la piel durante dos semanas para buscar votos incluso debajo de las piedras ante un electorado sumido en el desánimo,Pere Navarro cerró la campaña electoral más difícil de la historia del partido con un último SOS a los indecisos. Volvió a reclamar que el voto de izquierdas se concentre en los socialistas, pero con un objetivo muy claro: salvar la condición de segunda fuerza política y ser una alternativa "fuerte" a la hegemonía de CiU. A sabiendas de que las tendencias que han marcado las encuestas están muy afianzadas, el candidato quiere evitar a toda costa una oposición atomizada, con varios grupos que se disputen el liderazgo de la alternativa aArtur Mas.

"Catalunya necesita una alternativa fuerte, ya sea desde el Govern o desde la oposición", previno Navarro en el mitin final del PSC, celebrado en la sala Razzmatazz de Barcelona. El candidato socialista quiso con este último ruego a los votantes progresistas espantar el fantasma de un sorpasso del PPC, de ERC o de ambos, una posibilidad que algunas encuestas, como la oficial de la Generalitat, han pronosticado. Pero, incluso conservando la segunda plaza, Navarro tiene otra amenaza: que la caída sea tan fuerte que le deje a muy poca distancia de populares y republicanos, lo que daría pie a una batalla velada por comandar la oposición a CiU.

Además de la "guerra de banderas" entre CiU y el PPC, otro aspecto que Navarro ha intentado explotar en la campaña ha sido la corrupción, a raíz del caso Millet y el borrador policial sobre Mas y la familia Pujol, aunque ante la fragilidad de los indicios de este último ha optado por levantar el pie del acelerador para evitar el victimismo de la federación nacionalista.