Ítaca... y el resto

María Luisa Mariné, 56 años, abogada, lo tiene claro: «Educación, sanidad, bienestar social, dependencia, economía, paro y cómo solucionarlo». Esta es la respuesta de esta lectora de EL PERIÓDICO a la pregunta de qué temas le gustaría que los partidos políticos traten durante la campaña que acaba de empezar. Roger Fuentes, 28 años, historiador, tiene otra lista: «Independencia, UE con instituciones de gobierno reales, finanzas públicas, inversiones en infraestructuras, más educación y sanidad, menos paro, salir de la crisis... Por este orden».

Catalunya, con mayúsculas, es el tema estrella de las elecciones desde que una marea humana se manifestara el pasado 11 de septiembre al grito de independencia. Pero a los catalanes, así, en minúscula, les preocupan otros asuntos además de la travesía a Ítaca y los sinónimos, antónimos y eufemismos que la rodean (derecho a decidir, referendo, Estado propio, federalismo, soberanía o independencia, la palabra maldita para unos, fetiche para otros).

CALIDAD DEMOCRÁTICA Son asuntos vinculados a esta crisis que todo lo arrasa, pero también a la calidad democrática («¿Para cuándo las listas abiertas? ¿Para cuándo el cambio de la ley electoral?, Antoni Juan-Torres, 54 años, médico) y a la corrupción («Quiero que se hable de cómo destituir al administrador que malverse fondos públicos», Manuel Ibáñez, 58 años, Sant Andreu de la Barca).

Que hay otras preocupaciones al margen de Ítaca y también vinculadas al resultado electoral es evidente en las decenas de cartas recibidas.

«Me gustaría que se centrasen en cómo nos van a sacar de la crisis (...) También en cómo van a solucionar los desahucios de tantas familias» (Merche Redondo, 46 años, comercial); «Que hablen de los problemas reales de las personas que viven en Catalunya, el paro, la sanidad, la educación la economía...» (José Ruz, 63 años, jubilado). Pere Tort, 55 años, mecánico de Sant Martí Sarroca, lo resume así: «¿Estamos mejor ahora que a finales del 2010?»

¿Contestarán los candidatos a esta pregunta? Hay escepticismo hacia la clase política en los catalanes en minúscula que forman la Catalunya cuyo nombre en mayúsculas tanto se ha invocado en la larga precampaña que empezó el 11 de septiembre. Y también hay muchas dudas sobre el tema soberanista. «¿Quién pagará nuestras pensiones si hay independencia y Catalunya está fuera de la UE?», pregunta Eva Abascal, 60 años, profesora jubilada. «¿En qué fecha se comprometen los partidos a hacer la consulta?», quiere saber Josep Maria Muñoz, 41 años, autónomo.

Lo que es indiscutible es que hay interés por la campaña, que se ve como trascendente, pero no solo en términos de lo que se llama eje nacional,

sino también del social. Y también hay una clara exigencia a los candidatos y a los partidos políticos de que sepan estar a la altura del momento actual, que sí, que respondan a la pregunta ¿Catalunya camina hacia la independencia? pero también a la otra: ¿Habrá más recortes?

DEBATE DE ALTURA Los lectores de EL PERIÓDICO exigen a los políticos claridad, sinceridad, honradez y un debate de altura sobre el futuro. El de Catalunya, pero también el de los catalanes. A los candidatos se les reclama, en definitiva, que se pongan en la piel de sus representados, que sepan lo que les sucede, que entiendan por lo que están pasando tantos y tantos catalanes. «¿No les apena que jóvenes bien preparados tengan que salir del país para encontrar trabajo lejos de su casa?» Lo pregunta Yolanda

Miquel. 41 años. Catalana.