Candidata del PPC a la presidencia de la Generalitat

Alicia Sánchez-Camacho: «La CiU de Artur Mas es más independentista que ERC»

NEUS TOMÀS / RAFA JULVE / Barcelona

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Alicia Sánchez-Camacho (Barcelona, 1967) ha pasado de ser el socio más fiel de Artur Mas a ser su rival más crítica. Y, según los sondeos, parece que ha acertado en la táctica.

-¿Se arrepiente de las fotos que se hizo con Mas tras sus acuerdos?

-Yo no me arrepiento. El PPC actuó con responsabilidad, lealtad y generosidad porque no obtuvimos nada a cambio y lo hicimos porque creíamos que Catalunya no podía seguir con una deuda de 40.000 millones y con unas cuentas asfixiadas. Se debía reconducir la política financiera bajo los principios de austeridad y racionalidad del gasto. Lo que pasa es que CiU ha incumplido gran parte de los acuerdos que firmamos.

-O sea, ¿descarta un acuerdo con CiU si no logra la mayoría absoluta?

-Una fuerza que no es responsable y seria demuestra que está incapacitada para cumplir lo que firma. Nuestra parte la cumplimos al pie de la letra y ellos incumplieron una parte importante. Ellos no son de fiar y no son unas personas con las que puedas volver a firmar acuerdos.

-¿Ni para evitar que caigan en los brazos de Esquerra?

-Yo es que creo que ahora la CiU de Artur Mas es más independentista que ERC. Esquerra, al menos, ha sido coherente con lo que ha defendido, pero CiU se ha reconvertido en una fuerza independentista que ha hecho el mayor desafío de la historia. Por tanto, el propio riesgo está dentro de CiU, y no necesita a ERC para hacer sus planteamientos de ruptura. El peligro, ahora, es que la fuerza claramente independentista es la fuerza mayoritaria y la que ha estado gobernando Catalunya.

-¿Es más peligroso para la convivencia el debate soberanista que una cifra del paro sin precedentes?

-Para mí es muy decepcionante que CiU haya abandonado las prioridades del país, que son la reducción del paro, la creación de puestos de trabajo, la ayuda a los jóvenes y a las políticas sociales, para envolverse en laestelada, que es lo que le está dando réditos electorales. Yo tengo dos prioridades: la recuperación de la salida de la crisis y decirles a los catalanes que el PPC es la única fuerza mayoritaria que puede frenar la deriva independentista, ante un PSC cada vez más débil y acomplejado.

-Antes los sondeos vaticinaban un descenso de CiU y el PPC por culpa de los recortes. Ahora ambos se han recuperado. ¿El debate de banderas les beneficia a los dos?

-Yo no quiero una guerra de banderas, sino una unión de banderas. Para mí, lasenyeray la bandera española forman parte de la realidad catalana y, como dice nuestro eslogan,Juntos sumamos. Son algunos los que han sacado el debate de las banderas. Lo que me preocupa es que el PPC sea el único que representa el voto moderado, incluso entre los votantes moderados de CiU que se sienten catalanes pero no quieren romper con España, y entre los del PSC, que está más preocupado en seguir siendo segunda fuerza que en defender que Catalunya es España.

-Comentarios como el del ministro Wert [sobre «españolizar» a los alumnos catalanes], ¿a quién le dan más votos, a usted o a Mas?

-Los comentarios que estén fuera de lugar no benefician a nadie. Y también quiero mencionar que siempre se fijan más en el PP que en los otros. Comentarios como el de Mas tildando a un Gobierno democrático de franquista son lamentables e irresponsables y nadie se hace eco. O comentarios como el de [Guillermo] Fernández Vara [PSOE] diciendo que los extremeños y los hijos de extremeños, entre los cuales estoy yo, que soy hija de una extremeña, deben irse de Catalunya... Comentarios extemporáneos hay de todos y los censuro todos, pero no estoy de acuerdo en que solo se censuren los del PP.

-Usted defiende que hay una mayoría silenciosa contraria a la independencia. Entonces, ¿por qué el PP se opone a celebrar una consulta?

-Porque el PP cree que la base de la convivencia es la democracia, y si no respetamos las reglas del juego no habrá una verdadera democracia. No se puede jugar con la ley. Porque quién no nos dice después que alguien acabará impulsando un referendo sobre si los catalanes quieren subir o bajar impuestos, o si están de acuerdo con la gestión de Mas o de Rajoy. Las reglas del juego democrático nos han dotado de lo que tenemos. Ahora no podemos decir que la democracia se basa en las manifestaciones o en las consultas ilegales.

-¿Pero preguntar a la gente no sería la manera de aclarar las cosas?

-Es que a CiU, con su adoctrinamiento nacionalista, con una política de medios de comunicación cada vez más subvencionada, porque está haciendo una política de clientelismo ideológico, no le interesa hacer un referendo. Lo que le interesa es que se diga, y CiU estaría permanentemente haciendo un referendo tras otro hasta que le dieran la razón.

-¿Ha hablado con la exdiputada Ángeles Olano después de que anunciase que deja el partido por no enteder su rechazo a la consulta?

-Respeto las decisiones de todo el mundo y no hay más que añadir.

-Rajoy regresa el sábado a Barcelona. ¿Cree que sus compañeros de Madrid son conscientes de la magnitud del «problema catalán»?

-No solo el PP, sino todos los españoles han visto el desafío separatista del señor Mas y que CiU ha provocado un problema en Catalunya y España. Yo les he trasladado que hay unos desequilibrios y desajustes en el ámbito económico que Catalunya necesita que se resuelvan y el Gobierno de España ha dicho que está dispuesto a hablar de la financiación. Quien ha elegido el camino de la ruptura por intereses electoralistas es Artur Mas. El votante moderado de CiU tiene la opción de votar al PPC, porque si no, su voto será utilizado por Mas para hacer una consulta ilegal, una declaración de independencia, y llevarnos a la ruptura con España.

-Ya, pero cuando José María Aznar propone recentralizar competencias no parece que apueste por la moderación.

-El presidente Aznar no habló de recentralizar sino de reordenar. El discurso del PP es el que impulsa Mariano Rajoy, que siempre ha hablado de la España plural, y la España plural y la Catalunya plural es la que se garantiza desde la libertad y la democracia, impidiendo la ruptura que Mas propugna. Además, nosotros hemos conseguido que el planteamiento del PP catalán sea escuchado y tenga mucho peso en el discurso nacional sobre la vertebración territorial. Nosotros, a diferencia del PSOE, defendemos en toda España un modelo de España unida. El gran tendón de Aquiles de Rubalcaba es el PSC porque está debilitando su mensaje de unidad territorial.

-Usted criticó que Catalunya mantuviera el euro por receta cuando el Gobierno central aplicó el copago farmacéutico y ahora resulta que la Comunidad de Madrid, del PP, también lo aplicará.

-Pero el Gobierno de Madrid lo aplica en función de sus cuentas y de su estado financiero. Ellos han estado reduciendo su gasto público durante mucho tiempo. Aquí en Catalunya aún hay gran parte de gasto público que se puede reducir, como suprimir entidades como el Memorial Democràtic, reducir en los consejos comarcales, reducir subvenciones. Aquí hay dinero que se gasta en lo que no es prioritario y mientras sea así no se puede hacer pagar a los catalanes el euro por receta.

-¿Qué sintió cuando leyó la carta de una exprofesora suya acusándola de anticatalanista?

-Respeto las diferentes opiniones, pero cuando leí que se hablaba de 'buenas personas' y se hacía también mención al 'asco' me pareció que no era una posición democrática. Yo no respondo a insultos.

-¿En Blanes o aquí, por la calle, se encuentra a más gente que le reproche cosas parecidas?

-En absoluto. Al contrario, me encuentro el apoyo de mucha gente, y cada vez más, que forman parte de esa mayoría silenciosa que antes no se expresaba y ahora se rebela ante la imposición del pensamiento único.

-Una de transparencia. ¿Cómo pagará esta campaña el PPC?

-Estamos intentando reducir el presupuesto y tenemos previsto hacerlo público. Nuestra obligación es explicar los gastos de los partidos y yo soy de las que creo que deberá llegar un momento en que nos financiemos solo con las cuotas de los militantes. Se me tildará de muy liberal, pero pienso que hay que eliminar las subvenciones a los medios de comunicación, los partidos, sindicatos y organizaciones empresariales. El dinero de los impuestos de la gente debe destinarse a las políticas de bienestar.