EIXAMPLE

Una librería de bolsillo

Una editorial abre un pequeño punto de venta en la caseta del conserje del Hotel Casa Bonay

Punto de venta 8Camprubí, en la caseta del conserje de Casa Bonay.

Punto de venta 8Camprubí, en la caseta del conserje de Casa Bonay.

LUIS BENAVIDES / BARCELONA

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La preciosa caseta del conserje del hotel Casa Bonay (Gran Via de Les Corts Catalanes, 700) alberga, en sus apenas dos metros cuadrados, la librería más pequeña de Barcelona. Lino, inaugurada hace tres meses, está gestionada por la editorial Blackie Books. "Los responsables del hotel nos propusieron abrir un pequeño punto de venta en su entrada y nos pareció una buena oportunidad para dar a conocer nuestro catálogo y reivindicar otros libros que nos parecen interesantes. Como una declaración de intenciones", explica Toni Mascaró, de 34 años, responsable de la librería.

Las típicas novedades editoriales no caben en Lino. Las reducidas dimensiones de este curioso punto de venta invitan a la más cuidada selección. "Evitamos las novedades porque para eso ya existen otras librerías, y apostamos por libros de importación y descatalogados de segunda mano", cuenta Mascaró, quien remarca el carácter "mutante" de la microlibrería. "Queremos que el cliente encuentre cosas diferentes, que se sorprenda, en cada visita. Además, siempre tendremos libros difíciles de encontrar, de aquellos que quizá nunca más volvamos a tener", subraya Mascaró, con una larga experiencia en el sector editorial.

Lino cuenta con dos armarios complementarios, y próximamente llegarán refuerzos en forma de carritos. "Ahora mismo tenemos varias joyas. Destacaría la primera edición de The Rachel Papers, de Martin Amis, su debut, y El diario de un ladrón, de Jean Genet, uno de los autores favoritos de Patty Smith", explica la dependienta, Aïda Camprubí, de 27 años, encargada de comunicar las entradas en estoc más interesantes en las redes sociales.

Edificio neoclásico

La tienda abre de lunes a sábado, de las 17.00 a las 22.00 horas. En este horario es habitual encontrar a Camprubí, en la caseta, absorta en una lectura. "Intento leer todo lo que puedo, para poder recomendarlos. La gente se deja aconsejar", argumenta la dependienta.

Inaugurado en marzo, el Hotel Casa Bonay ha recuperado un imponente edificio de estilo neoclásico de 1869. Turistas y locales son clientes de este hotel con restaurante, cafetería, coctelería y tiendas. "El hotel está formado por muchas piezas distintas que encajan en un espacio común. Hay infinidad de opciones y poco a poco la gente las va descubriendo", cuenta la cofundadora del hotel, Inés Miró-Sans, quien ofreció a los responsables de Blackie Books abrir Lino en la entrada del edificio "por el cariño con el que trabajan su producto" y, sobre todo, por tener un público heterogéneo "como la propia Casa Bonay".