UN LUGAR DE ENCUENTRO PARA LOS VIAJEROS

Librería mochilera

Altaïr, que ofrece 60.000 títulos para recorrer el mundo, organiza además actos culturales Los jueves se realizan proyecciones

Acogedora 8 La primera planta de la librería Altaïr, donde los clientes pueden sentarse y ojear libros.

Acogedora 8 La primera planta de la librería Altaïr, donde los clientes pueden sentarse y ojear libros.

ANNALISA PALUMBO / BARCELONA

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Dos plantas repletas de libros, guías, mapas y cualquier otro producto relacionado con el viaje constituyen el encanto de la librería Altaïr (Gran Via de les Corts Catalanes, 616). Desde 1979, esta librería, que antes pasó por Riera Alta, 8 y Balmes, 69, es toda una referencia para el viajero barcelonés.

"Este es un espacio de intercambio. Aquí se habla del mundo", explica el cofundador de Altaïr y antropólogo Pep Bernadas. De todo lo que se puede encontrar en una librería, Altaïr guarda un fondo de 60.000 referencias. "Dicen que somos la librería que más mapas y guías tiene en el mundo -sigue Bernadas-, pero esto solo es un complemento. Queremos tomarle el pulso a cada lugar, que se pueda viajar desde aquí".

En 1991, a raíz de este deseo, nació la Revista Altaïr. La crisis de los últimos años obligó a suspender las publicaciones, pero, hace siete meses nació un nuevo producto online, el Magazine Altaïr. "Es algo que esperamos llevar adelante incluso cuando volvamos a publicar la revista. En el magazine fundimos buena narración, medios audiovisuales y pasión", aclara Bernadas. En el magazine, periodistas de todo el mundo publican reportajes sobre un sitio, una idea, un personaje.

La pasión para los viajes y la buena narración ha hecho que en Altaïr se planteasen crear un espacio donde la gente pudiese encontrarse, ojear mapas y libros, intercambiar ideas. El café de la planta baja se presta perfectamente a esta función y se ha convertido en una de las nuevas caras de la librería, junto al magazine y a las propuestas culturales que se llevan al cabo en su interior.

"Los martes y los jueves son días dedicados a proyecciones de documentales, conferencias, presentaciones de libros. Estamos preparando algo con música africana y probando cómo reaccionan nuestros clientes a propuestas de música en vivo", adelanta Bernadas, con ojos entusiasmados.

Mañana a las 19 horas, en la planta baja de la librería, en el espacio adyacente al café, se retirará todo el mobiliario y se proyectará el documental La Memòria de la Matèria, dirigido por el periodista Albert Abril. "Con estas proyecciones queremos dar a nuestros clientes unos referentes para que aprendan a viajar mirando", dice Bernadas.

CHARLA MULTILINGÜE

Mientras tanto, en el café Altaïr clientes, apasionados de viajes y pasantes siguen reuniéndose. "Vengo aquí todos los miércoles con los miembros de mi asociación, Vennmón. Nos dedicamos a conversar en otros idiomas y este es el espacio perfecto", explica Núria Mercader, de 57 años. A sus espaldas, un chico toma un café ojeando unas guías sobre Ecuador. "Una amiga viajera me habló de este sitio y la verdad es que acertó. Poder tomar algo mientras ojeas libros sobre tu próximo destino es muy útil", explica Matteo Pont, de 28 años.

Por toda la librería, objetos de cada rincón del mundo cuentan su parte de la historia. "No se aprende solo con los libros. Los objetos hablan, aunque sea con otro lenguaje", concluye Bernadas. Y también hablan los anuncios del histórico tablón de Altaïr. A través de papelitos, los viajeros comparten viajes, intercambian experiencias, enlazan vidas.