EIXAMPLE

Cien velas en el Regina

El hotel de cuatro estrellas de la calle de Bergara, que abrió sus puertas en 1917, se transformó en hospital durante la guerra civil

Fachada con marquesina modernista del hotel Regina, en la calle de Bergara.

Fachada con marquesina modernista del hotel Regina, en la calle de Bergara.

ANNALISA PALUMBO / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Una marquesina modernista de hierro forjado y cristal da la bienvenida a los turistas que se alojan en el hotel Regina (Bergara 4), que justo ahora cumple 100 años. Este establecimiento de cuatro estrellas abrió sus puertas en 1917, aunque el edificio es de siglo XVIII. El inmueble estaba destinado a viviendas particulares hasta que Francesc Recasens, dueño de la Pensión Francesa ubicada al otro lado de la calle, empezó a comprar algunos pisos del actual hotel para ampliar su negocio.

"Poco a poco se hizo con todo el edificio", cuenta el director y copropietario Lluís Roig Ortiz. Recasens invirtió 5.300 pesetas en la compra del inmueble. "No era muy paciente: lejos de esperar en la puerta la llegada de posibles huéspedes, se iba a la Estació de França a esperar la llegada del tren para captar clientes", sigue José Luis Roig Urrutia, padre de Lluis y exgestor del hotel.

El Regina creció y se modernizó. "Fue uno de los primeros hoteles de Barcelona en tener teléfono en todas las habitaciones -destaca el padre-, además de un restaurante que destacó por ofrecer la mayor variedad de entremeses de la ciudad".

Cuando estalló la guerra civil, en 1936, Recasens se refugió en Italia. Durante su ausencia, el Regina cumplió funciones de hospital militar. "Aquí se alojaron unas noches los niños de la Morelia, antes de ser trasladados a México", cuenta Roig padre. Se refiere a algunos de los 456 niños exiliados a México en 1937.

Al acabar la guerra, Recasens volvió y se encontró el hotel casi destruido. "Las vidrieras del hotel se han ido perdiendo con el paso del tiempo -explica la doctora en historia del arte Núria Gil Farré-. Sólo se conservan dos en la parte posterior del edificio, que ahora está tapada", sigue Gil. El diseño es una copia de una obra del artista René Beauclair y las vidrieras fueron realizadas por la empresa Rigalt, Granell & Cia, que también trabajó en el Palau de la Música.

Para salvar lo que quedaba del hotel y recuperar su prestigio, Recasens invirtió 400.000 pesetas, en una época en la que una noche en el Regina costaba 1 peseta. En el momento de su muerte, la nieta heredera se desentendió de la propiedad hasta la inyección de capital de Roig padre, que se convirtió en gestor del hotel en 1957, y terminó comprándolo en 1985.

"Era un hotel de corte sencillo, aunque fuera un cuatro estrellas. Había habitaciones compartidas para el servicio y una marisquería". "Aquí durmió Alfredo Di Stéfano cuando se debatía entre fichar por el Real Madrid o el Barça -añade Roig hijo-. Y José Mujica, expresidente de Uruguay".

Cumpleaños con piano

Ahora, el Regina intenta que la ciudad se aproveche de sus instalaciones. "Todos los años hacemos un desayuno para escritores en Sant Jordi -sigue Roig-. Y todos los jueves y domingos, hasta finales de año, tendremos sesiones de piano abiertas al público para celebrar nuestro primer siglo de actividad"