UNA HISTORIA DEL EIXAMPLE

Casa Comalat, la joya modernista oculta

La Casa Comalat, un inmueble de oficinas que no se puede visitar, fue construida en 1906 por el arquitecto Salvador Valeri, quien estaba muy influido por Gaudí

Portería de la Casa Comalat.

Portería de la Casa Comalat.

BEATRIZ PÉREZ / BARCELONA

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El número 442 de la avenida Diagonal acoge una de las joyas mejor conservadas y desconocidas del modernismo barcelonés. Se trata de la Casa Comalat, un edificio de cinco pisos (más ático) construido entre 1906 y 1911 por el arquitecto Salvador Valeri Pupurull. El solar en el que se ubica había sido comprado cuatro años antes por el prestamista Joan Comalat Aleñà, de ahí su nombre. Al ser una finca privada con oficinas, no se puede visitar.

Según la historiadora del arte, fotógrafa y documentalista, Consol Bancells, la Casa Comalat "competiría perfectamente con la Casa Batlló o la Pedrera de Gaudí, si se permitiese su entrada". Añade que destaca por su decoración desbordante, casi onírica en interior y fachadas. "Es un espectáculo decorativo impresionante que busca la inspiración en motivos florales, vegetales, animales, geométricos, orgánicos y figurativos", explica. En su momento, Salvador Valeri (influido por Gaudí, a quien le unía una amistad) contó, para su edificación, con los mejores artesanos del momento.

DOS FACHADAS

El interior de la Casa Comalat tiene paredes y techos cubiertos por cerámica de diferente tamaño y esgrafiados. Pero su mayor peculiaridad es que posee dos fachadas completamente diferentes. La principal da a la Diagonal y la posterior, al número 316 de la calle de Còrsega.

"La primera es mucho más sobria y destaca por el coronamiento, majestuoso, de escamas de cerámica vidriada -explica Bancells-. La posterior es más innovadora y es aquí donde queda patente la influencia de Gaudí, pues posee una planta baja de granito que dibuja parábolas de tipo gaudiniano". Esta segunda fachada tiene unas galerías ondulantes con persianas enrollables, las mismas que utilizó Gaudí en la construcción de la Pedrera. El edificio se encuentra coronado por una torre con forma de sombrero de arlequín.

El osteópata Quim Vicent direge la clínica Arvila Magna, ubicada en el entresuelo de la Casa Comalat. "Te olvidas completamente de donde estás", explica. Vicent asegura que los pacientes valoran mucho el entorno en el que son tratados.