Toni Bayés, cardiólogo: "Este Eixample puede ser el nuevo Soho de Barcelona"

Hasta hace solo diez años, se creía que el corazón no se regeneraba. Hoy se sabe que, al final de la vida, el 50% del órgano que hace latir nuestras vidas es nuevo, y la otra mitad es la que teníamos al nacer. Ese es el tipo de descubrimientos que surgen de las investigaciones de cardiólogos como Toni Bayés Genís (Vic, 1968), jefe del servicio de Cardiología del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Can Ruti) y director del Institut de Cor.

Lo que tal vez Bayés no se haya parado a estudiar aún es que en el corazón del distrito en el que reside, el Eixample, sucede lo mismo que en el corazón de las personas. Con el paso de los años, el Eixample se regenera, pero conserva siempre algo de aquello que tuvo al nacer. Y es precisamente ese algo, vestigios arquitectónicos moldeados por el novecentismo y el modernismo, lo que fascina a este cirujano de la vida y vecino del Eixample.

CONEXIÓN CON SU VIC NATAL

Los estudios de Medicina dieron la bienvenida a Toni Bayés a la ciudad en la que se quedaría a vivir. Tenía 18 años y fue el Eixample, pero el de la izquierda -hoy habita en la Dreta- donde vivió sus años de estudiante. "En aquel piso de la calle de Balmes escuché a Samaranch anunciando la asignación de los Juegos Olímpicos del 92 'à la ville de Barcelona'". Bayés recuerda ese detalle concreto porque, a raíz de aquella noticia, quiso ser voluntario olímpico en la gran cita deportiva. Pero no pudo. Aquel verano que marcaría, hasta hoy, la reputación de esta ciudad, lo pasó en una celda, en Montserrat, estudiando para el MIR.

En los pabellones modernistas del Hospital de Sant Pau hizo la carrera y desarrolló su especialización en cardiología. Cada detalle arquitectónico de ese arte constructivo que hoy tanto brilla en el recinto modernista del Sant Pau, fueron para él una auténtica conexión con su Vic natal. "Porque nuestra casa en Vic es una torre modernista, en la que todavía se conserva intacta la consulta en la que pasaba visita mi tatarabuelo, y en la que yo veo a pacientes del entorno vigatano, una vez por semana", explica Bayés. "Por eso en el Eixample experimento cierta sensación de pertenencia", justifica.

UN ENCLAVE DE FAMOSOS

Después de residir dos años en Minnesota (EEUU), por su labor en la Clínica Mayo, hace 12 años que Toni Bayés vive en esa porción de Eixample que delimitan el paseo de Sant Joan, la Gran Via y la ronda de Sant Pere. "En el Eixample, cada cuatro manzanas es un minibarrio", apunta. Él en el suyo, tiene de vecino al batería de los Rolling Stones, Ronnie Wood. "Suele pasar tres o cuatro meses aquí. A veces me lo cruzo en la Ciutadella, mientras paseo a mi perra, y conversamos", dice Bayés.

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"Cinco sitios","text":"LA CIUTADELLA \"Hay en \u00e9l un busto dedicado al pintor Joaquim Vayreda, que es un antepasado de mi familia\""}}

"Es un fan de Barcelona y les dice a todos sus amigos que tienen que venir", añade. "Esta zona del Eixample puede ser el nuevo Soho de Barcelona", afirma Bayés. De momento, el barrio está pendiente de un rumor: la compra de Madonna de la primera planta de la Casa Burés (Ausiàs Marc con Girona), en restauración. "Hay quien ya lo asegura. Y, si es cierto, su balcón y el nuestro estarían a tocar", detalla. Suelos hidráulicos, techos altos -ideal para sus 1,95 de altura-, y tribunas de fincas modernistas como la suya tienen que ver con ese reclamo de celebrities. A él cada detalle modernista lo enamora. "Me hubiera encantado vivir en la época en que se hizo el Eixample", dice Bayés. Él y su equipo, están a punto de tener el primer prototipo de corazón artificial parcial (corazón por bioingeniería) para implantar en pacientes.