EIXAMPLE

Con la cabeza bien cubierta

Unas mil personas participan en la Passejada amb Barret en la Rambla de Catalunya

Participantes de la Passejada ataviados con sombrero, al igual que la jirafa de la Rambla con Diagonal.

Participantes de la Passejada ataviados con sombrero, al igual que la jirafa de la Rambla con Diagonal.

BEATRIZ PÉREZ / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La Jirafa Coqueta de Josep Granyer, en el cruce de Rambla de Catalunya con la Diagonal, lucía ayer un sombrero de paja con una cinta rosa. Los participantes de la 13ª edición de la Passejada amb Barret se la colocaron para la ocasión.

El evento, gratuito y al que acudieron unas mil personas, está inspirado en el Easter Parade de Nueva York, donde un tramo de la Quinta Avenida se cierra al tráfico el domingo de Pascua para que la gente pasee con sombrero. Los barceloneses pudieron hacer lo mismo este domingo de 12.00 a 14.00 horas en el tramo de la Rambla de Catalunya comprendido entre la Diagonal y Gran Via, donde acabó el paseo.

PESE A LA LLUVIA

"Nos encantan los sombreros y echábamos de menos un evento así", cuenta Cristina de Prada modista y, junto a Nina Pawlowsky, organizadora de la Passejada amb Barret, a la que el año pasado acudieron 2.000 personas, el doble que este. "La lluvia ha frenado a la gente", justifica de Prada. Tanto ella como Pawlowsky están al frente de la Asociación de Sombrereros.

"Reinvidicamos el pasarlo bien. Es un evento de libre circulación y abierto a todo el mundo, no hay una etiqueta. La gente puede venir con sombreros de playa o con otros más sofisticados", comenta esta modista que acudió al paseocon un sombrero de alta costura diseñado por ella misma. "Es un trozo de tela al viento, como volando".

CULTURA EN LA CABEZA

Sin duda, uno de los sombreros más originales de esta Passejada amb Barret fue el de Sergi Pérez-Pallarès, que se plantó en la Rambla con una salamandra modernista de Gaudí en la cabeza. "El año pasado me hice uno de la Sagrada Família", explica este paseante que además llega gafas redondas, una pajarita y un bigote daliniano pintado. "Es mi forma de promover la cultura -dice-. El sombrero es un complemento muy catalán".

También se vieron sombreros más sencillos, como algunos del Barça, irlandeses, de cocinero o simples gorras de tela para resguardarse del frío. Pese a la lluvia, el ambiente de este domingo fue festivo, y muchos paseantes sacaban fotos, mientras otros (siempre con sombrero) se sentaban a tomar algo en alguna terraza de La Rambla.

Claire Gledhill, inglesa residente en Barcelona, se hizo un sombrero de rechazo al 'brexit' con las banderas catalana, de Reino Unido y de la UE.

Montserrat Batllori se pasó un mes diseñando su original sombrero: una montaña con un tren y un verde prado. "Vengo siempre a la Passejada. El año pasado me hice un parterre con flores", explica.

Los perros Ugo y Bimba también acudieron a la ruta sombreril con sus correspondientes sombreros de paja. "Yo diseño ropa para perros", explica Mayte Siller, la dueña. "Este año busqué un tema más retro". Ella repite (esta es su tercera edición) como muchos de los paseantes de este original paseo dominical.