Balneario canino

Iago, de raza border collie, mira a Diana Álvarez con cara agradecida. Parece apreciar tanto las manos que le están masajeando la columna vertebral que casi se queda dormido. Xila's Boutique es un balnearios para perros que abrió sus puertas hace ahora justo un año en Galileu, 323, en el corazón de Les Corts.

La habitación donde Sonia Losada, dueña de Xila's Boutique, y Diana Álvarez, estilista canina, han montado el balneario, siempre huele a lavanda. La mesa elevadora permite que el perro pase a la bañera voluntariamente. Una alfombrilla en el fondo de la bañera está conectada a una máquina de ozono y libera burbujas para oxigenar el agua templada. Las velas son la única fuente de luz de la habitación. La música suave hace el resto y el ambiente es de los más tranquilos. «Los perros notan mucho los ambientes nerviosos», cuenta Losada.

El perro de Losada, Iago, está ahora en la bañera, indiferente a su dueña. Solo presta atención a las manos de Álvarez, que masajean todo su cuerpo con aceites esenciales. «El spa canino es un concepto al que todavía la gente no se ha acostumbrado», aclara Losada, por eso de momento lo piden pocos clientes. «Pero los beneficios para la salud de los perros son muchos», añade. Álvarez precisa que «los perros normalmente te indican la zona que más le molesta».

Los masajes son importantes para el tratamiento de huesos y circulación. El movimiento hacia arriba favorece el retorno venoso, mientras la presión en las patas ayuda a relajar una zona que ellos no estiran. La lavanda tiene un efecto relajante, pero también cicatriza y suaviza la piel y el pelo. «A veces se relajan tanto que se duermen», dice Losada.

Peinado sin ataduras

A parte del balneario, Xila's Boutique proporciona un servicio de educación canina, del que se ocupa Losada, y un servicio de peluquería donde trabaja Álvarez. Los cortes están inspirados en exposiciones caninas. La peluquera corta y peina sin atar a las mascotas. «Esto no es un veterinario. No queremos que vengan aquí con miedo», cuenta. Utiliza champús reconstituyentes, hidratantes, con proteínas vegetales y azufre.

Carmen Fuentes lleva meses trayendo a su perrita Lola, una mestiza. Muy inquieta y desconfiada, Lola no tiene un trato facil. «La primera vez fue un poco complicado, pero ahora Lola raspa la puerta cada vez que pasamos por aquí. Quiere entrar a que la cuiden», cuenta Fuentes. Y vista la atención que se le presta en este centro de belleza canina, el deseo de Lola es comprensible.