FIGURA CLAVE EN EL SISTEMA EDUCATIVO

Rigau endurecerá la selección de los directores escolares

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
BARCELONA

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En su empeño por que los directores de colegios e institutos públicos sean los responsables últimos de todo lo que ocurre en el centro -de lo bueno y de lo malo-, la Conselleria d'Ensenyament ha empezado a trabajar en una reforma del conocido como decreto de direcciones, aprobado en el 2010 tras la entrada en vigor de la ley de educación de Catalunya (LEC) y con el que se empezó a dotar a esta figura escolar de un perfil profesional. La revisión del decreto catalán supone, de paso, su adaptación a la nueva ley para la mejora de la calidad educativa (LOMCE), en la que el director es visto como pieza clave para el éxito escolar.

La propuesta de Ensenyament, que mañana se entregará en forma de primer borrador a los miembros del Consell Escolar de Catalunya, supone que los responsables de centros educativos pasen, de acuerdo con lo que dice la LOMCE, unos filtros de selección más rigurosos y que todos ellos acrediten haber recibido una formación específica previa. El certificado, agrega el documento de trabajo, será requisito imprescindible dentro de cinco años. Hasta entonces se considerará como un mérito más del candidato, que deberá ser un funcionario con al menos cinco años de experiencia docente.

El objetivo es reforzar a los directores y que, de este modo, se conviertan, más allá de sus actuales competencias pedagógicas, organizativas, contables y de recursos humanos, «en auténticos líderes al frente de un proyecto educativo», indican fuentes de la conselleria.

SABER SER LÍDERES / «La capacidad de liderazgo de un director es determinante», coincide Ismael Palacín, director de la Fundació Jaume Bofill, especializada en el análisis del sistema educativo. «Eso sí -advierte-, para ejercer sus funciones de una manera legitimada, sería conveniente que contase con el consenso de quienes van a trabajar con él», avisa.

El borrador inicial de Ensenyament (al que ha tenido acceso este diario) prevé que, de los nueve miembros que formen la comisión de selección del director, cinco sean representantes de la Administración (de ellos, uno vendrá del ayuntamiento o del Consorci d'Educació, en el caso de Barcelona). El consejo escolar -las familias- tendrá dos representantes y el claustro de profesores, otros dos. En la actualidad, estas comisiones están formadas a partes iguales por Administración (con tres representantes), el consejo escolar (otros tres) y el claustro (tres más).

«En los términos actuales, esta no es una propuesta aceptable», lamentó ayer Montse Ros, responsable del área de Educación en CCOO en Catalunya. En su opinión, «la profesión docente se encuentra en un momento muy delicado, tras tantos años de recortes, y un decreto como este puede alentar  incluso la desafección de los maestros», alertó la sindicalista.

«Aprobar este decreto en estos momentos sería un acto irresponsable», condena Jaume Aguilar, presidente del Marc Unitari de la Comunitat Educativa (MUCE) y responsable también de los Moviments de Renovació Pedagògica de Catalunya. «No estamos diciendo que lo olviden, porque nos parece importante revisar la figura del director. Solo decimos que este no es el momento: ni político, ni en lo relativo a las condiciones de trabajo de los profesores», subraya Aguilar. Desde la conselleria, insisten en que el documento que mañana se entregará en comisión al Consell Escolar de Catalunya es un primer documento de trabajo, que tardará unos meses en aprobarse.

EVALUAR A LOS DOCENTES / La propuesta no prevé cambios en las funciones ya asignadas al director en el decreto del 2010, aunque es de esperar que con la reforma, al reforzarse su figura, se sientan más legitimados y pongan en práctica los cometidos que la ley les atribuye. Entre ellos, el de evaluar a los maestros que trabajan en su colegio o instituto. La ley del ministro José Ignacio Wert prevé que «impulsen las evaluaciones internas del centro y colaboren en la evaluación del profesorado». Y el decreto ya en vigor les autoriza a que, si hace falta, entren en las aulas y observen qué hace el maestro.

«Estamos en un sistema en que las evaluaciones de alumnos son una práctica antigua, en que ya se evalúa regularmente a los centros... Pero nadie está evaluando aún a los maestros, que son un pilar fundamental de este edificio», señala Ismael Palacín, claro partidario de dar más luz a la figura del director.

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