Ensenyament pone en marcha las primeras oposiciones docentes en cinco años

Un año después de que el Gobierno catalán diera el visto bueno inicial a la convocatoria, la Conselleria d'Ensenyament ha hecho públicas este martes, en el Diari Oficial de la Generalitat, las bases para la realización de las que serán las primeras oposiciones a profesor celebradas en los últimos cinco años en Catalunya. En total, salen a concurso público 300 plazas de docente de formación profesional (FP), pese a que, según los sindicatos, harían falta más de 5.000 nuevos maestros.

Los interesados en presentarse a las pruebas podrán formalizar las solicitudes entre los días 5 y 24 de octubre, según recoge la convocatoria de oposiciones. Eso significa, han indicado fuentes sindicales, que el proceso, correspondiente a la oferta pública de empleo del 2016, difícilmente se completará este año. En concreto, se ofrecen 138 plazas de profesor de enseñanza secundaria con especialidad para FP y de otras 162 plazas de profesor técnico de formación profesional, los conocidos como profesores de taller.

Catalunya es, junto con Canarias, la única autonomía que no ha incorporado nuevos trabajadores funcionarios a sus plantillas docentes desde el inicio de la crisis. Las últimas oposiciones, en marzo del 2011, también fueron para profesores de FP y finalmente ofertaron un millar de plazas menos de las inicialmente comprometidas. Las oposiciones a maestro de primaria, que tendrían que haber tenido lugar en el 2012, ya no llegaron a celebrarse. La 'conselleria' entonces dirigida por Irene Rigau (ahora con Meritxell Ruiz al frente) frenó la promoción de puestos de empleo públicos como medida de austeridad económica, después de que el Gobierno del PP restringiera a un 10% la denominada tasa de reposición de los funcionarios que se jubilaban. 

El 23% de los más de 50.000 trabajadores educativos de Catalunya son actualmente interinos, aseguran los sindicatos. El hecho de que casi uno de cada cinco profesores tenga un contrato eventual, que tenga que estar pendiente continuamente de si le van a llamar para trabajar y, si lo hacen, dónde tendrá que dar clases, redunda en la calidad de la docencia, han denunciado repetidamente.