Las turbulencias financieras

La UE y Zapatero intentan taponar la continua sangría de la deuda

Zapatero, ayer, al inicio de la reunión en la Moncloa en la que analizó la situación de la deuda española.

Zapatero, ayer, al inicio de la reunión en la Moncloa en la que analizó la situación de la deuda española.

P. SANTOS / P. ALLENDESALAZAR
MADRID

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Las autoridades europeas y los gobiernos de España e Italia se movilizaron ayer para intentar frenar los ataques a la deuda e impedir el contagio a las otras capitales. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, declaró que está «claramente injustificado» el acoso a los mercados español e italiano y pidió a los gobiernos de la zona euro que aceleren los trámites parlamentarios para ratificar las medidas aprobadas por el Eurogrupo de julio.

Barroso aseguró en un comunicado que es «esencial» enviar «una señal inequívoca de la determinación de la zona del euro para hacer frente a la crisis de la deuda soberana con los medios acordes con la gravedad de la situación».

VUELTA DEL PARQUE DE DOÑANA / El presidente de la Comisión y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, abordaron los ataques a la deuda en una conversación telefónica el martes, el primer día en el que la prima de riesgo española superó los 400 puntos. El jefe del Ejecutivo volvió a la Moncloa desde Doñana, adonde había llegado la noche anterior con su familia, para seguir desde su despacho los movimientos de los mercados, y se reunió con su equipo económico, con la vicepresidenta Elena Salgado al frente.

Zapatero, Barroso y el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, con quien el jefe del Ejecutivo habló ayer, coinciden en que hay que acelerar la implementación de las medidas aprobadas sobre el segundo rescate a Grecia y la reforma del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera. Los detalles legales de este fondo, cuyo objetivo es asustar a los especuladores, no están definidos, una tarea que Barroso ha pedido que se remate con urgencia. Este instrumento permitirá financiar la recapitalización de los bancos mediante préstamos a los gobiernos e intervenir en los mercados secundarios.

Según explicó Salgado en una rueda de prensa, el origen de estos nuevos ataques a la deuda se deben a la necesidad de implementar las medidas del Eurogrupo y a las tensiones que ha provocado el acuerdo en EEUU para alcanzar otro techo de deuda. «[Las turbulencias] pueden duran todavía algunos días. Hay motivos de preocupación, pero no calificaría la situación de gravísima (...). Espero que el conjunto del mes sea razonablemente tranquilo», declaró la vicepresidenta. Salgado recordó que no solo está subiendo la prima de riesgo de los países periféricos, y destacó la escalada de este indicador en Bélgica y Francia.

IMPUESTO DE SOCIEDADES / La vicepresidenta subrayó que el Gobierno cumplirá con su objetivo de déficit y que, aun así, aprobará este mes (probablemente en el Consejo de Ministros del día 19) medidas para la racionalización del gasto farmacéutico y la mejora de la recaudación del impuesto de sociedades, que no incluirá una modificación del tipo.

Pese a que esta semana era de vacaciones para casi todo el Gobierno, Salgado aseguró que tanto el presidente como ella seguirán estando «disponibles» para trabajar por el «interés de España» y seguir la evolución de los mercados. Zapatero ha interrumpido su estancia en Doñana y ella volvió de las Dolomitas (Italia).

Además de telefonear a Van Rompuy, Zapatero siguió con la ronda de contactos con los portavoces parlamentarios que había iniciado la víspera, y volvió a conversar con el candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el presidente del PP, Mariano Rajoy.

El líder conservador, que no tiene previsto volver a Madrid hasta el día 19, se puso el traje de hombre de Estado y defendió la solvencia de España. En una entrevista con Europa Press, Rajoy afirmó que no va ser necesario un rescate aunque ahora se pase por una situación «complicada».

Más duros fueron algunos miembros de su partido, a los que les dejó la tarea de azuzar al Ejecutivo y criticar la decisión de convocar las elecciones el 20 de noviembre. Cristóbal Montoro pidió al Gobierno que reaccione y que adelante más las generales, y Esperanza Aguirre propuso que sean «a finales de septiembre».

El rey Juan Carlos, por su parte, expresó su «preocupación» al presidente del Gobierno balear, José Ramón Bauzá. Según Bauzá, el Monarca le explicó que ha pedido a los portavoces parlamentarios que trabajen todos juntos y «hagan piña» sin caer en «batallitas».