CUMBRE EXTRAORDINARIA DE LA ZONA EURO

Zapatero anuncia que "hará algunas reformas más" en España que detallará el 24 de marzo

ELISEO OLIVERAS / Bruselas

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Los líderes de la zona euro pactaron anoche imitar a Alemania con nuevas reformas económicas y laborales para reforzar su capacidad de crecimiento, exportación y creación de empleo. Tras un mes de intensas negociaciones, el pacto de competitividad reclamado por la cancillera alemana, Angela Merkel, se ha convertido en realidad, aunque bastante más suavizado para vencer las fuertes resistencia que despertó.

Este pacto complementará el paquete de gobierno económico europeo que debe aprobarse a finales de mes. El pacto de competitividad contribuirá a facilitar que los países en apuros financieros sean capaces de lograr un crecimiento mayor que les permita reducir su déficit y su deuda pública a un ritmo rápido para que no comprometa la solvencia y solidez del euro.

Fondo de rescate

La adopción del pacto facilitó que en la madrugada de hoy Merkel aceptara ampliar la capacidad real de préstamos del actual fondo de rescate de países en apuros por parte europea a la totalidad de los 500.000 millones de euros teóricos, lo que supone incrementar su capacidad de ayuda efectiva en 190.000 millones y debería despejar las dudas de los mercados.

Merkel aceptó también flexibilizar el futuro mecanismo de rescate que entrará en funcionamiento en el 2013 para que pueda comprar directamente emisiones de deuda de los países en apuros, pero condicionado a que el país se somete a un drástico plan de ajuste, como le ha ocurrido a Grecia e Irlanda. Los líderes respaldaron los nuevos esfuerzos de ajuste de Portugal y rebajaron en un punto el tipo de interés que debe pagar Grecia por la ayuda europea. Esa rebaja no se aplicó a Irlanda, porque no aceptó subir su bajísimo tipo del impuesto sociedades.

El pacto económico consensuado, rebautizado como «pacto para el euro», compromete a reforzar a nivel nacional la competitividad, la creación de empleo, la solidez de las finanzas públicas y del sector financiero mediante la adopción de una serie de reformas en cada país.

El pacto deja en manos de cada gobierno la elección de las medidas específicias que adoptará, pero prestando especial atención a la lista mencionadas en el mismo. Estas medidas serán incluidas por cada país en los programas de reforma y de estabilidad que deben presentar cada año por abril y la Comisión Europea y el Consejo de Ministros de la UE verificará su cumplimiento.

Más reformas en España

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, indicó que buena parte de las reformas del pacto de competitividad están en marcha, pero anunció que el Gobierno «hará algunas más», que anunciará en la cumbre europea del 24 de marzo. Zapatero sólo precisó que reforzará la ley de estabilidad presupuestaria para controlar mejor el déficit público.

Los líderes de la zona euro supervisarán la evolución de la competitividad de los distintos países en base los costes laborales unitarios, el déficit por cuenta corriente, las cuotas de mercado de exportación, el paro juvenil y de larga duración, la tasa de empleo, y la evolución de las cuentas públicas.

Reformas correctoras

El país que presente problemas en algún punto deberá adoptar reformas correctoras. A nivel salarial, ese medidas implicarán descentralizar la negociación colectiva, corregir los sistemas de revisión salarial en función de la inflación y garantizar la moderación salarial en el sector público.

El pacto también recomienda suprimir las restricciones injustificadas en los servicios profesionales y en el comercio minorista, mejorar el sistema educativo y la investigación y promover un marco legal que facilite la creación de empresas. Asimismo, se recomienda la flexibilización laboral, la formación continua y la reducción de los impuestos a los asalariados sin que se reduzca la recaudación global.

Para reforzar la solidez de las finanzas públicas, los países introducirán en su legislación nacional un límite al déficit público e impondran disciplina presupuestaria a ayuntamientos y regiones, además de reformar su sistema de pensiones en función de la evolución demográfica. El pacto también incluye el compromiso de reforzar el sistema financiero nacional, con un control estricto de la banca, y evitar competencias tributarias desleales entre países.