EL 'DIESELGATE'

Volkswagen comenzará a reparar los vehículos afectados en enero

Test sobre emisiones de un Volkswagen Passat en California.

Test sobre emisiones de un Volkswagen Passat en California.

JOSEP M. BERENGUERAS / BARCELONA

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Los propietarios de vehículos del Grupo Volkswagen que estén afectados por el trucaje de los motores deberán pasar por el taller durante el 2016. Así lo anunció ayer el presidente del comité ejecutivo del grupo automovilístico alemán, Matthias Müller, que reconoció que la reparación de los vehículos se prolongaría durante todo el año. Además, no descartó que los coches pierdan potencia.

EL PLAN

La compañía presentó ayer al Gobierno alemán un calendario y los detalles para subsanar los daños ocasionados por la manipulación de los motores diésel. El documento detalla que arreglar los vehículos implicará cambios en el software en el caso de los motores de 2 litros, mientras que los motores de 1,6 litros «muy probablemente» serán necesarias reparaciones técnicas. Volkswagen espera tener el nuevo software para los motores de 2 litros este año y comenzar a instalarlo a principios del 2016, pero la solución técnica para los motores de 1,6 litros afectados (3,6 millones en Europa) no se espera para antes de septiembre del 2016, lo que deja en el aire cuándo acabarán las reparaciones.

«Si todo sale según lo planeado, podemos iniciar la revisión [de los coches afectados] en enero», aseguró Müller en una entrevista publicada en el Frankfurter Allgemeine Zeitung. El directivo también destacó que todos los automóviles afectados habrán sido reacondicionados antes de finales del año próximo año. Esta revisión correrá a cargo de la empresa, y aunque Müller no aventuró cifras sobre el coste de esa reparación a gran escala, de hecho el consorcio ya ha reservado 6.500 millones de euros para esta operación -«somos prudentes, cada día nos aporta mayor claridad al respecto, afirmó»-.

MENOS COCHES

Müller también aseguró que previsiblemente el número de automóviles afectados estará por debajo de los 11 millones en todo el mundo -la cifra facilitada hasta ahora por la empresa, con ocho millones de vehículos afectados en Europa-, aunque de todos modos «siguen siendo muchos», agregó.

El directivo no descartó que los motores pierdan potencia, y agregó que es más importante cumplir los objetivos de emisiones que renunciar quizá a 3 o 5 kilómetros por hora en la velocidad máxima.

Según Müller, el objetivo principal del consorcio es «recuperar la confianza de su clientela y de los inversores», y que la investigación para saber qué ha sucedido continúa en marcha. «Empezaremos a saberlo en unas semanas, a la luz de los primeros resultados de las comisiones investigadoras, internas y externas», explicó. El nuevo presidente del consejo directivo, Hans Dieter Pötsch, afirmó que «llevará algún tiempo» hasta que la firma tenga «resultados objetivos y fiables».

Müller también insistió en que las altas esferas del grupo no tenían por qué estar al corriente de esa práctica. «¿Cree realmente que el consejero delegado de un consorcio conoce la vida interna del software de sus motores?», respondió a una pregunta sobre Winterkorn.