Una factura menguante

España paga por el petróleo que compra un precio inferior a la media de los últimos 5 años

AGUSTÍ SALA / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

España importa una media de 1,3 millones de barriles de petróleo diarios o 54.166 cada hora. Un alza o una bajada significativa de este producto, del que entran en el país 37,6 barriles por segundo, tiene un impacto muy importante en la balanza del comercio exterior. No es lo mismo pagar una factura de más de 100 millones de euros diarios que de unos 80 millones a los que se ha situado en la actualidad , que supone pagar por debajo de la media de los últimos cinco años, según los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos.

La tendencia bajista del crudo iniciada en junio pasado, pero que se aceleró en noviembre, ahorra a España entre 10.000 y 15.000 millones de euros al año, según las últimas estimaciones del ministerio de Economía.El descenso ha sido tan veloz que ha dinamitado cualquier previsión. Y también del Gobierno, que preveía un precio del barril de crudo por encima de los 100 dólares, tanto en los presupuestos del 2014 y el 2015 como en el programa de estabilidad. Y esta vez la sorpresa ha sido muy positiva para el Ejecutivo.

Inicialmente el ministerio de Economía estimó un ahorro en la factura energética de unos 6.000 millones anuales, que luego en diciembre elevó hasta los 10.000 millones y ahora, con el barril en niveles por debajo de los 50 dólares, ya lo sitúa en torno a 15.000 millones. Y no se descarta que baje incluso más, con lo que la factura, unos 40.000 millones de euros anuales, menguaría más.

Es uno de los efectos más positivos del descenso del petróleo. Durante el 2013, España importó el crudo a una media de 106,8 dólares por barril, unos 80 euros. El año pasado esta media bajó a 98,9 dólares (unos 74 euros al cambio medio del ejercicio pasado), pero hubo dos fases muy diferenciadas: un primer semestre con el barril a una media de más de 108 dólares y un segundo, en torno a los 90. En lo que va del 2015, la cotización media se ha situado en unos 50 dólares o 42 euros aplicando el cambio medio del euro desde que comenzó el año.

No es de extrañar la satisfacción del Gobierno al encontrarse que el abaratamiento del crudo libera para otros consumos e inversión una suma que supera el 1% del PIB. En caso contrario, esos recursos recalarían en los países productores de petróleo, en especial los que conforman la OPEP. El crudo de ese cártel supuso el 51,4% de todo el que entró en España hasta noviembre.

Y en este contexto, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, recomendó ayer a «algunos países avanzados» aprovechar el descenso del crudo para «aumentar los impuestos a la energía» para recaudar más o «reducir otros tributos, especialmente los que gravan el trabajo», como el IRPF. Lagarde dijo a su vez que el descenso del petróleo y el mayor crecimiento de EEUU no son en todo caso «una cura para la profunda debilidad» de otras economías.