El fin de las vacaciones

El turismo de playa cierra agosto con desencanto por el mal tiempo

Bañistas bajo un cielo nublado en la playa de Salou, el pasado viernes.

Bañistas bajo un cielo nublado en la playa de Salou, el pasado viernes.

SONIA GUTIÉRREZ
BARCELONA

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Los hoteleros, los dueños de restaurantes, bares y chiringuitos, de apartamentos y de cámpings miran estos días al cielo. Si no llueve en septiembre, es posible que compensen los discretos resultados de julio. Agosto fue bueno, pero con eso ya contaban. Queda tiempo para saber cómo acabará la temporada. En lo que sí coinciden es que, si hubiera salido más el sol, los números serían mejores.

Hay destinos que han resistido mejor que otros. La ciudad de Barcelona apenas se ha visto afectada por el mal tiempo, mientras que en los destinos de sol y playa, sobre todo en la Costa Brava, ha habido cancelaciones o clientes que se marchaban antes de tiempo. La Costa Daurada ha notado más el pinchazo ruso.

«En general, el verano empezó con más fuerza de lo que después se ha manifestado», afirma Joan Molas, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT). Julio fue muy desigual, con ocupaciones en torno al 85% de media en Catalunya, y agosto ha registrado ocupaciones del 93%, un punto por encima del 2013. Septiembre será «bastante mejor» que el año pasado, avanza.

Tres grandes tendencias marcan este verano. Por un lado, el aumento de llegadas de turistas extranjeros, siguiendo la senda del año pasado. Por otro, la recuperación de los viajeros catalanes y del resto de España, casi el 40% del total de turistas en Catalunya en esta época del año.

La tercera tendencia es menos positiva, ya que se trata del recorte de las estancias, que se traduce en una caída de las pernoctaciones y de los ingresos. A falta de cerrar los datos de agosto, Catalunya recibió en julio el 2,6% más de extranjeros respecto a un año antes (2,1 millones de personas), pero en cambio redujo el 3,87% las pernoctaciones, tanto hoteleras como de otro tipo de alojamientos, según cifras del Instituto de Estudios Turísticos (IET) y del Instituto Nacional de Estadística (INE).

La meteorología adversa ha perjudicado más a los bares que a los hoteles (estos contaban con las reservas anticipadas). Pero las consecuencias pueden ser peores a largo plazo, advierte Martí Sabrià, gerente del Grup Costa Brava Centre: «Si les ha llovido aquí, los clientes pueden decidir el año que viene ir más al sur».

Por marcas turísticas, las mayores caídas de ocupación hotelera en julio se dieron en la Costa Brava (del 72% en el 2013 al 68%), Daurada (del 84% al 80%) y la Costa de Barcelona (del 79% al 71%), según el Idescat. Barcelona se mantuvo en el 84%. Según Sabrià, en la Costa Brava la primera quincena de julio fue floja porque franceses y belgas retrasaron su llegada (las vacaciones escolares acabaron más tarde). «Agosto está lleno, pero lo que perdimos en julio está perdido», lamenta. Mientras, la Associació Hotelera Salou-Cambrils-La Pineda prevé cerrar agosto en niveles similares al 2013 (93% de ocupación), pero en la última semana algunos hoteles han bajado precios. En julio registraron el 88%, dos puntos por debajo del 2013, pero la facturación cayó más, el 10%.

Los cámpings vivieron un julio peor. «Fue nefasto, con ocupaciones que en algunos sitios no llegaron al 30%», dice Francisco José Caballé de Pol, presidente de la Asociación de Cámpings de Barcelona. Por suerte, agosto se ha recuperado hasta el 80% o el 90% de ocupación.

La lluvia no fue el único problema, remarca Molas, que denuncia la oferta ilegal de alojamiento. «No es creíble que siete millones de turistas extranjeros en España se hayan alojado este año en viviendas propias, de familiares o amigos, como cuentan las estadísticas», opina. Por su parte, Lluís Torrent, presidente de la Federació Catalana d'Apartaments Turístics (Federatur), replica que «no se pueden poner barreras al campo» y propone modificar la ley.

Los apartamentos regulados tuvieron peores cifras respecto al verano pasado en Girona (60% de ocupación en julio y 84% en agosto), mientras que en Tarragona las mantuvieron invariables en torno al 80% ambos meses y en Barcelona mejoraron (80% en julio y 87% en agosto).

El turismo rural ha tenido un verano mejor que el anterior. Según el portal Toprural, la ocupación en Catalunya fue del 41,6% en julio y del 67,3% en agosto, cifras «muy positivas» para sobrellevar un otoño e invierno sin apenas puentes festivos.

AGENCIAS DE VIAJES / También presentan buenos datos las agencias de viajes. «La gente ha seguido viajando, a pesar del conflicto geopolítico con Rusia, el ébola y los dos siniestros de avión de Malaysia Airlines», afirma Martí Sarrate, presidente de la asociación ACAVE, que asegura que se han cumplido las previsiones de crecimiento del 7%.