LOS MERCADOS

El toro se extingue, llega el oso

EL PERIÓDICO
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tenía que llegar la inquietud desde EEUU, como siempre, y los comentarios más inmediatos de los cierres de ayer en los mercados europeos y los de apertura de Wall Street compartían una convicción que acabó siendo mayoritaria entre analistas. Lo de agosto no ha sido una tempestad a destiempo y solo con daños reparables, es una advertencia de que algo se está acabando, y no solo el verano. Supersticiosos como son los corredores de acciones, enseguida resucitaron sus imágenes favoritas. El toro es indicativo del furor por las compras, aunque de vez en cuando se revuelva y embista (la escultura más fotografiada de Nueva York). El oso no tiene quien se haga un selfi con él, es el mercado de movimiento torpe, plácido, aburrido.

Pues bien, ayer ganaron los partidarios de anunciar que lo del mercado bravo se extingue y hay que prepararse para un duro otoño e invierno, que en el caso de los osos es quedarse en parálisis. ¿Sucesos de ayer que justificaran semejante conclusión? Pocos pero continuados: los datos de la economía china no mejoran, y el último de EEUU, tampoco (las compras que hace la industria manufacturera siguen bajando, anticipo de parón de actividad).

Los más conspicuos ven en todo ello una invitación a Janet Yellen, la responsable de la Fed, que fija los tipos de interés del dólar, a subirlos de una vez. Aunque cueste entenderlo, le están pidiendo que acabe con el mercado del toro (subidas) y regresar al del oso (ajustes). Así de eficaces son los gurús de renta variable, siempre vinculados a los tipos de interés para elaborar sus operaciones.

El Ibex 35 acabó retrocediendo otro 2,59% más y dejó reposar su índice en los 9.992 puntos.