"Todos pagamos IVA"

Si compras pagas IVA. Seas pobre o rico. Siempre pagas. Esto es algo que sorprende a los jóvenes. "Me llama la atención que todos tengamos que pagar el 21%. Me parece mucho, pero si luego es para las pensiones y otras cosas...", afirma Sayek, alumno de 15 años de cuarto de ESO del Intitut Milà i Fontanals el plaza Josep Maria Folch i Torres de Barcelona. Su compañera, Janinne, de 16, asegura que "hay igualdad en el IVA. Lo pagas tanto si eres una persona sola como si eres una familia de seis o más miembros". Es su forma de explicar que tanto da si uno tiene mucha o poca renta.

Ambos estudiantes han participado en talleres de educación financiera impartidos a más de 16.000 alumnos de cuarto de ESO por voluntarios del sector financiero, tanto en activo como retirados. Forman parte de la tercer edición del programa Educació Financera a les Escoles de Catalunya (EFEC) creado por el Institut d'Estudis Financers (IEF), bancos y las conselleries de Educació y Economia.

"Tratamos de darles consejos sencillos de economía doméstica, sobre créditos, préstamos, tarjetas. Están algo verdes pero muestran mucho interés", dice Carlos Romera, del Banco Santander en Barcelona, que el miércoles pasado fue uno de los que dio la clase.

Aunque de entrada parece una materia difícil de digerir, acaba atrayéndoles. "Al principio parecía aburrido, pero nos dan una idea de cómo funcionar en la vida. No siempre puedes depender de los padres", sentencia Jannine. Para Sayek es básico aprender para saber ponerlo en práctica de adulto. "Muchos acaban arruinados porque no saben gestionar su dinero", agrega.

Preocupaciones

A los jóvenes, que reciben cuatro o cinco clases, les llaman poderosamente la atención los impuestos, e incluso más que eso, les preocupan. Y también saber, por ejemplo, "qué pasa si no pagas el crédito". "Te quitan la casa, el coche...", alertan. En una de las clases, Tòful Borràs, de Caixa d'Enginyers, bromea para que valoren el riesgo: "No os penséis que un cajero es solo una máquina en la pared que da dinero. Hay que usarla con sentido común, al igual que la tarjeta de crédito".

Y recurre a varios supuestos para financiar un coche de 15.000 euros. "Tenemos que buscar la TAE más baja, porque es deuda, pero a la vez, la cuota que seamos capaces de pagar. Debemos tener en cuenta que cuanto más largo es el plazo más intereses se pagan y, por tanto, más cantidad al final".

Y lanza la pregunta: "¿Cuál os quedaríais, menos TAE, pero más cuota, o al revés...". "Ninguna", afirma contundente una alumna. "Eso quizás sería lo más inteligente", bromea Borràs. Lo esencial, lo que se persigue, es que aprendan a actuar con sentido común.