EMPRESA ESPAÑOLA

Talgo ya circula en Rusia

Cuatro convoyes de 20 vagones cubren la ruta entre Moscú y Nizhni Nóvgorod, a 440 kilómetros al este

Talgo en Rusia 8 Uno de los trenes de la empresa española realiza pruebas en Rusia.

Talgo en Rusia 8 Uno de los trenes de la empresa española realiza pruebas en Rusia.

MARC MARGINEDAS / NIZHNI NÓVGOROD

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Con ánimos muy diferentes afrontan un viajero español y otro ruso un trayecto en tren de largo recorrido. El primero, pertrechado con smartphones y ordenadores, aprovecha el periplo, normalmente de unas pocas horas de duración y a velocidades que pueden superar los 250 kilómetros por hora, para adelantar trabajo, preparar una reunión inminente o leer el periódico. El segundo, habituado a trayectos de varios días, considera el tren como el medio ideal para relajarse, haciendo del vagón una suerte de prolongación del hogar y compartiendo viandas traídas de casa, partidas de ajedrez o conversación con los compañeros de viaje.

La simbiosis de ambos mundos -la alta velocidad junto con la cercanía humana- puede vivirse desde el pasado lunes en la ruta que une las ciudades de Moscú y Niznhi Nóvgorod, la quinta ciudad rusa en términos de población. Cuatro convoyes fabricados por la empresa española Talgo recorren desde principios de semana los 440 kilómetros que separan ambas ciudades en tres horas y 50 minutos, después de atravesar ciudades industriales de la periferia moscovita, verdes prados que se pierden en el horizonte y frondosos bosques de abedules.

Algunos de los trenes, bautizados comercialmente como Strizh (vencejo) hacen parada en ciudades como Vladímir, Kovrov o Dzerzhinsk; otros llegan a su destino sin interrupciones, tras alcanzar en algunos tramos velocidades punta de 200 kilómetros a la hora.

Cine soviético y ruso

Como entretenimiento, los pasajeros pueden disfrutar de un amplio elenco de obras clásicas de la filmografía soviética y rusa, que incluyen títulos como Ia shagaiu po Moskve (Yo paseo por Moscú), célebre comedia de los años 60 que narra las aventuras de tres jóvenes en la gran ciudad durante un día y en el que participa como actor un jovencísimo Nikita Mijailkov, que a la postre se convertiría en el más laureado e internacional director de cine ruso, reconocido tanto en el festival de Cannes como por la Academia de Hollywood.

Pese a llevar más de una década fabricando o exportando trenes para otros países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) como Kazajistán o Uzbekistán, la entrada de Talgo en el mercado ruso ha sido ardua y no ha estado exenta de dificultades. Tal y como explica Guillermo Martínez, delegado de la empresa española para los países de la exURSS, los cuatro convoyes de 20 vagones estaban pensados para cubrir la ruta entre Moscú y Kiev, lo que se fue al traste tras el inicio de la guerra en el este de Ucrania. «Nos ofrecieron en su lugar el trayecto entre Moscú y Nizhni Nóvgorod», explica. El monto del contrato, que incluye el envío de tres trenes más que en meses venideros realizarán la ruta Moscú-Berlín, asciende a 135 millones de euros sin IVA.

A principios de año, y en un marco de deterioro de las relaciones entre Occidente y Rusia, el presidente Vladímir Putin criticó públicamente a su ministro de Transportes, Maksim Sokolov, por comprar trenes extranjeros. «¿Era realmente necesario comprar trenes en el extranjero sin garantizar encargos a nuestras empresas?», recriminó el líder del Kremlin a su subordinado.

Todo ello no ha desanimado a Talgo, que prevé diseñar «un tren específico» para el mercado local, fabricando «parte de los componentes» en Rusia y contribuyendo así a desarrollar también la industria local, adelanta Martínez.