Sueldo antes que estabilidad

Hasta ahora, la prolongada crisis económica llevaba a los trabajadores a primar la estabilidad en el empleo por encima de otros factores como el sueldo, los horarios o el clima laboral. Pero por primera vez desde que se inició la recesión, la retribución económica se ha convertido en el primer motivo para elegir un puesto de trabajo, según la encuesta Employer Branding de la ETT Randstad. La importancia del salario se ha incrementado el 10% del 2013 al 2014, con un resultado del 63%, y se coloca así en primera posición por delante de la estabilidad, que baja nueve puntos.

No es casual que esa inflexión se produce justo después de la extensión de las rebajas salariales en un buen número de empresas, un factor que, según Antonio Yunkal, director de márketing de Randstad, ha influido en el cambio de prioridades para los trabajadores. También tiene un gran peso en el resultado de la encuesta, según Yunkal, la percepción de que «si la economía mejora también mejorarán las posibilidades de cambiar de trabajo y salir de un secuestro en una empresa por la necesidad de esperar una oportunidad mejor en los últimos años».

Esas ansias de volar en busca de una retribución mejor puede convertirse en un problema para muchas empresas. «Las compañías tienen ahora en su mano retener a sus trabajadores si consideran que  son los adecuados -dice Antonio Yunkal-. Las que no lo hagan sufrirán más en el futuro porque los empleados se irán cuando tengan una oportunidad mejor».

Y puestos a pedir, los empleados quieren que sus jefes sean, por este orden, honestos, fiables, sinceros, inteligentes y seguros. Los sectores más atractivos para trabajar son tecnología y electrónica, medios de comunicación, alimentación y bebidas y automoción, que baja un puesto a pesar de que crea miles de empleos gracias a la asignación de nuevos modelos.