Steve Jobs anuncia que deja las riendas de Apple

Apple entra en una nueva fase de éxito menos asegurado que la de sus últimos productos: la vida sin Steve Jobs, su visionario padre, al frente. El cofundador y consejero delegado de la casa de la manzana, de 56 años y aquejado de graves problemas de salud desde que en el 2004 fue operado de un cáncer de páncreas, anunció ayer por sorpresa su dimisión como consejero delegado. Jobs sera sustituido por Tim Cook, el consejero operativo que ha estado al frente de las operaciones diarias de la compañía en las dos bajas médicas que se ha tomado Jobs, la última de ellas desde enero.

«Siempre he dicho que si llegaba el día en que no podía cumplir mis deberes y expectativas como consejero delegado, sería el primero en hacéroslo saber. Desafortunadamente, ese día ha llegado», escribió Jobs en una carta remitida también a «la comunidad Apple».

Steve Jobs, el hombre que lo cambió todo varias veces

Jobs, que se sometió también a un transplante de hígado a principios del 2009 y que, pese a la baja médica, había aparecido en dos actos públicos este año (para presentar el iPad 2 en marzo y el iCloud en junio), fue nombrado inmediatamente presidente por el consejo de administración. En ese consejo entró también Cook, que recibió el contundente respaldo de su predecesor y de la junta directiva, que puso en él su «total confianza».

INTERROGANTES / El cambio en Apple abre un universo de interrogantes que con seguridad se dejarán sentir hoy en la bolsa. Esta madrugada, nada más conocerse la noticia, las acciones de Apple ya cayeron más de un 5% en las transacciones tras el cierre del mercado. Pero expertos como Charles Golvin, un analista que habló conThe New York Times, aseguraron que los efectos de la partida de Jobs quizá no se noten realmente en un año y medio o dos «porque la nueva ola de productos ya está en desarrollo muy avanzado y por su continuidad como presidente».

Apple, creada en 1976 y a la que Jobs regresó en 1996 -tras haber salido en 1986- rescatándola de casi una segura bancarrota, se ha convertido en el gigante que es en buena parte por la cultura corporativa y la estrategia que él ha impuesto. Y la sorpresa en el anuncio de la dimisión multiplicó inmediatamente los rumores sobre el estado de salud de un hombre que ha sido decisivo para el éxito de la compañía.

El personalismo de la relación Apple-Jobs plantea un enorme reto a Cook, un nativo de Alabama con 13 años de experiencia en la compañía, a la que se unió poco después de que Jobs regresara en 1997. Cook, de 50 años, es considerado un «genio operativo» que ha sido fundamental en reducir ineficiencias en el proceso de fabricación, pero hasta ahora ha huido de los focos.