BARCELONA MEDIA

El sonido también vale mil palabras

La producción de imágenes en 3-D revitaliza la investigación en las mejoras del audio

María Eugenia Fuenmayor, en el laboratorio de sonido de Barcelona Media.

María Eugenia Fuenmayor, en el laboratorio de sonido de Barcelona Media.

JOSEP MARIA
URETA

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Hay que remontarse a una de las escenas de mayor impacto de la película Lo imposible, de Juan Antonio Bayona. Naomi Watts lucha bajo el agua por su supervivencia hasta que en pantalla aparece la mano que rompe la superficie y grita. ¿Una mano que grita? Es cierto que ese plano fue de los más emotivos en la cartelera del 2012. Si obtuvo, además, el Gaudí y el Goya por su calidad de sonido, hay que revisar la escena: lo que realmente conmovió fue el grito que acompañaba la imagen.

«Es lo que imaginó Oriol Tarragó, el ingeniero de sonido de la película», explican en Barcelona Media. El sonido superando a la imagen aunque fuera por un segundo. Lógico y con sus antecedentes.

Conseguir ese efecto lo hizo posible la existencia de Barcelona Media (centro tecnológico avanzado, de la red Tecnio) y sus proyectos de investigación «en las áreas en que no hay demasiada concurrencia», explica María Eugenia Fuenmayor, directora tecnológica de Barcelona Media. Se concentran esfuerzos, con ayudas públicas para «la hermana menor del audiovisual, el sonido», añade la directiva.

Sus investigadores consiguieron crear un programa digital, válido tanto para nuevas salas de cine como tradicionales, que convierte en secundarios a los altavoces: el sonido inunda la sala o puede moverse en todas direcciones, incluso sobre las cabezas, de forma continua, sin saltar de altavoz en altavoz.  Es el audio inmersivo, la mayoría de edad acelerada del sistema de audio en las salas de cine que prestan demasiada atención al 3-D de la imagen y menosprecian el sonido.

Estos avances se han desarrollado bajo el paraguas de Barcelona Media (BM), una fundación privada que cuenta con aportaciones públicas para cada uno de sus proyectos, con sede en el edificio Imagina del 22@.

El audio inmersivo de BM, convertir los altavoces en simples postes de reemisión de datos digitalizados para un sonido total, tuvo tal repercusión mundial que fue adquirido por el gigante del sector, la estadounidense Dolby, que mantiene  su laboratorio en Barcelona.

Oriol Alcoba, director de desarrollo de BM, lo justifica: «Nuestro papel es estar en contacto con la industria y transmitir conocimiento».