INAUGURACIÓN DEL MAYOR FORO DE NEGOCIOS TURÍSTICOS

Sobriedad en Fitur

Visita 8Los Príncipes de Asturias, ayer, en la visita a Fitur.

Visita 8Los Príncipes de Asturias, ayer, en la visita a Fitur.

MERCEDES JANSA
MADRID

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En Fitur, la crisis va por barrios. O mejor, por áreas geográficas. La feria internacional del turismo, que ayer se inauguró en Madrid, no es solo la oportunidad de los operadores turísticos para abrir vías de negocio, sino también un escaparate que, pese al colorismo, no puede ocultar las dificultades que atraviesa el sector.

Mientras el turismo mundial aumentó el año pasado y de ello se han beneficiado hoteleros, agencias y empresas de alquiler de coches de España, los españoles han recortado los viajes el 0,8% y las pernoctaciones, el 8,4%, tanto aquí como en el extranjero. José Manuel Soria, ministro de Industria, espera para este año una«recuperación del turismo interior»ya que confía en una recuperación de la economía, pero los ajustes presupuestarios de las autonomías el año pasado han pasado factura a la feria.

Los Príncipes de Asturias pudieron observar ayer, durante la inauguración, que hay un 10% menos de espacio contratado que el año pasado. También hay un pabellón menos (ocho) y 500 empresas expositoras menos. Esta reducción es constante desde el 2010, pero en esta edición impera la sobriedad: menos actos institucionales y autoridades autonómicos. Andalucía, pese a reducir su presupuesto para la feria en un 34%, es la que más ha invertido en el evento -un millón de euros- y ocupa un amplio pabellón. Catalunya vuelve a apostar por una instalación ya conocida en esta y en otras ferias internacionales.

La organización confía en que el número de visitantes del año pasado, 200.000, se mantenga. Casi la mitad, 95.000, no son profesionales, sino público interesado en ver mundo, al que la feria abrirá las puertas este fin de semana con una novedad: se podrán reservar viajes directamente con los operadores con interesantes ofertas.

En tiempos de crecimiento de la economía, los profesionales asistentes a Fitur desplegaban sus encantos comerciales y se mantenía el negocio. Pero la crisis obliga a ser más imaginativos. Este año la feria incorpora dos novedades: el enoturismo, con una amplia selección de establecimientos hoteleros en los que el ocio gira en torno a la cultura del vino, y una plataformaknow howpara el intercambio de experiencias entre los países en que están interesados los empresarios españoles para trasladar sus conocimientos a un mercado emergente como es el latinoamericano.