LA REESTRUCTURACIÓN FINANCIERA

La senda hacia el beneficio

Moody's pronostica que la banca española progresará antes que la de Italia y Portugal La gran banca española ya empezó a mejorar sus beneficios en el primer semestre del año

O. G.
BARCELONA

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El próximo 15 de septiembre se cumplirán seis años de la quiebra de Lehman Brothers. La caída del banco de inversión estadounidense se toma como referencia del inicio de la crisis financiera mundial cuyos síntomas empezaron a percibirse en el 2007.

En España, el pinchazo de la burbuja de crédito y del ladrillo, que se negó hasta el 2009, ha terminado por costar 61.495 millones de euros en ayudas públicas destinadas al sector financiero. De estas, el Estado espera tan solo recuperar 21.000 millones de euros.

Tras seis agónicos años, el mapa financiero español ha cambiado radicalmente. Han desaparecido todas las cajas de ahorro excepto las minúsculas Caixa Ontinyent i Caixa Pollença y seis grandes bancos, que han absorbido parte del negocio de las entidades con problemas, controlan ya más del 65% del mercado.

En los últimos años, la banca española superviviente ha reducido ejercicio tras ejercicio sus resultados por el efecto del incremento de la morosidad, la depreciación del valor de los activos de sus balances, el cierre de los mercados financieros, la reestructuración de plantillas y la clausura de oficinas.

Desde el año 2009, en España la red de sucursales se ha reducido el 25% hasta 33.000 oficinas, con la destrucción de más de 50.000 empleos, un 19% del total. De todos los países de la zona euro, España es el que ha realizado el recorte más intenso. Después de la reestructuración y el manguerazo de dinero público, los analistas internacionales empiezan a percibir un cambio de tendencia.

Así, la agencia de calificación Moody's, azote de la economía española durante los peores momentos de la crisis, dibuja un escenario más optimista para la banca española. Y lo hace a las puertas de que el sector tenga que pasar los test de estrés de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en sus siglas en inglés), como paso previo a que entre en vigor la supervisión del BCE sobre todos los grandes bancos europeos.

Mejora del balance

«La banca española evolucionará mejor que la de Italia y Portugal en lo que queda del 2014 y en el 2015, según se vayan suavizando las condiciones de financiación del sector y se reactive el crédito», señala en un informe la agencia de calificación Moody's.

Esta es una de las principales conclusiones del informe, que añade que la recuperación será diferente para los sectores bancarios de Irlanda, Italia, Portugal y España, a medida que mejoren los escenarios económicos de estos países. Para Moody's, la calidad de los activos de la banca irlandesa mejorará y también «se suavizará el deterioro de la calidad de los que poseen en sus balances las entidades en Italia, Portugal y España».

Sin embargo, la generación de capital y los esfuerzos de consolidación no mitigarán completamente los retos de la banca sobre la calidad de los activos, y sus ratios de solvencia se mantendrán por debajo de los de los bancos de otros países europeos. Asimismo, «la presión sobre los resultados continuará en Italia, Portugal y España», según Moody's.

El cambio de escenario se ha empezado a apreciar en las cuentas de resultados de la banca española en el primer semestre del año. El caso más significativo ha sido el del Santander, que ganó un total de 2.756 millones de euros entre enero y junio, el 22% más que en el mismo periodo del año anterior. El banco presidido por Emilio Botín obtuvo un beneficio en España de 513 millones, el 79% más.

La nacionalizada Bankia, por su parte, logró un beneficio de 431 millones, que suponen el 48% más que en el mismo semestre del ejercicio anterior, mientras que el Sabadell ganó el 36% más, hasta los 167,7 millones de euros.

Por el contrario, el BBVA redujo sus resultados el 53,9% en el primer semestre, hasta sumar 1.328 millones, aunque la ausencia de extraordinarios influyó en el descenso. Caixabank ganó 305 millones, el 25,3% menos, como consecuencia también de los extraordinarios del 2013. Por último, el Popular registró un beneficio neto de 128,5 millones, el 24,6% menos.

«En un contexto de tipos de interés muy bajos, poco consumo y elevado paro es muy complicado que la banca logre mejorar sus beneficios de forma significativa», explica un alto directivo de la gran banca, quien señala que las entidades seguirán reduciendo sus estructuras para compensar la falta de negocio.