El Santander ajusta su estructura para adaptarse al modelo de banca digital

El Banco Santander cerrará el 13% de sus sucursales en España, lo que supone alrededor de 450 oficinas, a lo largo del 2016 y redimensionará los servicios centrales de Santander España. Así lo ha ha anunciado a los representantes sindicales, si bien la entidad no ha informado del número de trabajadores afectados por estas medidas, dato que hará llegar a los sindicatos en otra reunión a celebrar el 6 de abril. Lo que el banco considera un "ajuste de plantilla", es para las secciones sindicales de UGT, CCOO Y CGT un "expediente de regulación de empleo".

En un comunicado firmado por Rami Aboukhair, directivo de Santander España, el banco hace referencia a los "grandes cambios" que está afrontando el sector financiero y que hacen necesario "avanzar más rápido en el plan de transformación comercial". En esa línea, el Santander tomará medidas como "extender el nuevo concepto de oficina invirtiendo en sucursales para transformarlas al nuevo modelo", invertir en "capacidades digitales", concentrar oficinas y "simplificar los servicios centrales y los 'staffs' territoriales". La razón de todos esos cambios es, para la entidad que preside Ana Botín, "asegurar el liderazgo en los próximos años".

En la práctica, esas medidas se traducen en el cierre de las oficinas de menor tamaño, aquellas que tienen entre uno y tres empleados, para conseguir tener otras más grandes, con más recursos humanos y técnicos, más rentables y que permitan al grupo seguir estando presente en todo el territorio español y en las poblaciones en las que ya está. La media de empleados por oficina es de dos, lo que suma un total de 900 empleados los que podrían verse afectados por el cierre de esas oficinas, lo que no significa que entren dentro del plan de ajuste de personal. De hecho, una parte de ellos pasarán a formar parte de otras oficinas de mayor tamaño y más digitalizadas que las que se cierran. El banco planea abrir 1.000 de esas macrooficinas en los próximos tres años, de las que 350 abrirán sus puertas durante este año.

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Los sindicatos han confirmado que la entidad pretende apostar por esa estrategia, como ya han hecho otras entidades del sector, que llevan cierta delantera, como el BBVA. El proceso, de momento supondrá los cierres anunciados. Por otro lado, parte de las operaciones que se realizan en España se harán desde otros países, con la consiguiente pérdida de empleo. El banco ha descartado un proceso de prejubilaciones masivo.

El consejero delegado del banco, José Antonio Álvarez, dirigió el jueves un correo electrónico a sus empleados en el que les comunica que el proceso de transformación por el que atraviesa la entidad implica una "reducción" del número de personas, aunque tampoco especifica la cifra. En la citada comunicación, Álvarez subraya que "inevitablemente" las medidas que desarrollará en los próximos meses el banco tienen como consecuencia "una reducción del número de personas en el centro corporativo y en Santander España".

No obstante, apunta que estas bajas se ejecutarán, "principalmente y en la medida de los posible, a través de movilidad interna dentro del grupo y mediante fórmulas que se van a negociar con los representantes de los trabajadores". En este sentido, recordó que en la tarde del jueves se iniciaron las negociaciones con los sindicatos, "que espero cristalicen en un acuerdo, al igual que ha sucedido en anteriores ocasiones".

Para el directivo de la entidad, el actual entorno hace necesario profundizar en los planes de transformación del banco, a lo que se suma que "nuestros competidores están acometiendo procesos similares y nosotros debemos anticiparnos". Entre las medidas anunciadas figuran desplegar el nuevo concepto de sucursal, más multicanal y enfocado en atención especializada al cliente, "una vez que ya ha sido testado y está funcionando muy bien".

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