ACTIVIDAD EN EL DELTA DEL EBRO

'Salinada' optimista

Infosa, la empresa que explota las salinas de la Trinitat de la Ràpita, inicia la recogida con la previsión de alcanzar las 100.000 toneladas La firma invierte en una planta de lavado de sal

Producto 8 Recogida de la sal en el delta del Ebro.

Producto 8 Recogida de la sal en el delta del Ebro.

SÍLVIA BERBÍS
SANT CARLES DE LA RÀPITA

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Se rompió casi un año de calma en uno de los parajes más recónditos del delta del Ebro. Ayer, por fin, se truncó la prolongada gestación salina en las llanuras rosáceas de la Trinitat, en la Punta de la Banya, las únicas de Catalunya donde se recupera la sal del mar. La calma del largo proceso anual, durante el cual la vida apenas discurre al ritmo vital que marcan las aves que se acurrucan en este paisaje casi onírico, en el que apenas suceden más fenómenos que los meteorológicos y naturales, se ha tomado un receso.

Las palas excavadoras entraron a los rectángulos que forman los cristalizadores para empezar a recopilar con ansia, durante aproximadamente tres semanas, las toneladas de sal que se habrán precipitado durante meses, mecidas por la acción del sol y del viento, en un hábitat irrepetible formado por 970 hectáreas de explotación.

Medio centenar de operarios trabajan ya de forma intensiva para que nada afecte a una cosecha que se prevé cuantiosa. Aunque la climatología no ha sido especialmente favorable este año, Infosa, la empresa que explota las salinas de la Trinitat, calcula que se alcanzará una producción cercana a las 100.000 toneladas, muy superior a las 74.000 de la pasada campaña, aunque menos de las 105.000 toneladas recogidas en el excepcional 2012.

Por el contrario, esta temporada la cosecha de flor de sal, comercializada bajo la marca Flor del Delta para el mercado gurmet, pasará de una media de 25.000 kilos a 15.000. Se trata de una sal exquisita para el consumo humano, más pobre en contenido de cloruro sódico y un mayor porcentaje de magnesio, lo que potencia el gusto de los alimentos.

Infosa exporta el 70% de su producción salina, básicamente a países europeos como Francia, Alemania, Bélgica o Inglaterra, mientras crece la demanda de Estados Unidos, donde se han enviado este año 3.000 toneladas de sal envasadas en 4 millones de saleros, con una facturación de 1,5 millones sobre una cifra total que ronda los 10 millones de euros.

Tras la recolección que acaba de empezar, la sal experimentará diferentes procesos físicos, tales como el lavado, centrifugado, molturado, secado y tamizado antes de ser envasada para salir al mercado en función de sus múltiples usos y diferentes aplicaciones.

Este invierno, Infosa pondrá en marcha una nueva planta de lavado de sal, con una inversión de 670.000 euros, que permitirá incrementar el rendimiento y que, según el gerente de la firma, Joan Sucarrats, «dará garantías para ampliar el mercado».