CRISIS ECONÓMICA

Rusia roza el abismo por la caída del precio del petróleo

El rublo se devaluó ayer un 20% en su mayor descenso desde la crisis de 1998

Un cartel mostraba ayer el cambio del rublo con el dólar y el euro.

Un cartel mostraba ayer el cambio del rublo con el dólar y el euro.

LEV GANIN / MOSCÚ

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El rublo, la moneda nacional rusa, sufrió ayer su peor descenso desde la crisis de 1998, al perder un 20% de su valor frente al dólar y el euro en un solo día. Ni la decisión de subir los intereses en 6,5 puntos, hasta el 17%, aprobada in extremis por el Banco Central ruso en la madrugada del martes, ni sus desesperadas intervenciones en el mercado de divisas pudieron con la espectacular caída en picado de la moneda rusa.

El euro se revalorizó ayer un 27%, llegando a los 100,74 rublos, y el dólar en un 24,3%, llegando a los 80,1 rublos, para posteriormente estabilizarse en torno a los 90 rublos por euro y los 72 rublos por dólar. «La situación es crítica. Lo que está ocurriendo no lo podíamos ni imaginar hace un año, ni siquiera en una pesadilla», dijo a la prensa el vicepresidente del Banco Central de Rusia, Serguéi Shvetsov. Explicó que a la hora de subir el interés el Banco Central tenía una opción entre «lo muy malo y lo peor». Advirtió que la crisis del rublo podría tener serias consecuencias para los mercados financieros.

Los tipos de interés se encuentran actualmente en el nivel más alto desde la crisis rusa de 1998, cuando llegaron a estar por encima del 100%. Aquella crisis desembocó en la suspensión de pagos del país.

Los bajos precios del crudo, el conflicto en la vecina Ucrania y las sanciones de Occidente a Rusia a raíz de la crisis ucraniana han hecho perder un 90% del valor de la divisa nacional rusa desde el pasado enero. El Banco Central ruso, que inicialmente apoyó la tasa de cambio comprando rublos a principios de noviembre, dejó que el rublo flotara libremente bajo el pretexto de que la presión sobre la divisa nacional es especulativa.

PETRÓLEO EN CAÍDA LIBRE

Los precios del petróleo, de los que depende la economía rusa, han bajado un 46% este año. El precio del Brent se situó ayer por debajo de los 60 dólares el barril por primera vez desde julio de 2009. El barril de Brent para entregar en enero bajó en un 2,95% y cotizó a 59,31 dólares en el mercado electrónico londinense. Mientras, el petróleo de Texas (WTI) cotizaba a 54,28 dólares por barril también por primera vez en cinco años, con el descenso de un 3%.

La caída del valor del rublo frente al dólar que va en paralelo con la baja de los precios de petróleo desvalorizó los ingresos y ahorros de millones de los rusos. La ausencia de productos occidentales a raíz del embargo por un año sobre algunas importaciones alimenticias de EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega, no dio un impulso a la producción nacional tal como esperaba el Kremlin. Al contrario, los productores nacionales al convertirse en monopolistas enseguida subieron los precios.

POBLACIÓN EMPOBRECIDA

La caída del rublo se refleja ya en la vida cotidiana de casi la mitad de los rusos. Un reciente sondeo muestra que el 45 % se queja del serio empeoramiento de su vida, mientras que el 32% no ha notado cambios. La desvalorización del rublo ha arruinado de la noche a la mañana a millones de los rusos que habían cogido créditos en dólares y euros para comprar viviendas. Según los datos oficiales cada ciudadano ruso debe actualmente unos 70.000 rublos (1.000 euros) a los bancos. La cifra absoluta de la deuda ha crecido un 43% desde enero para llegar a unos 8.000 millones de euros.

Mientras algunos expertos opinan que la «batalla por el rublo» todavía no está perdida lo que demuestra la subida de los intereses por el Banco Central ruso, otros critican la medida por perjudicar a la economía. «La batalla por el rublo acaba de empezar. El incremento de la tasa de interés clave del Banco Central de Rusia es una señal inequívoca de que el regulador financiero está en modo de lucha contra la crisis», dijo un informe del banco austríaco Raiffeisen.

La subida «va a dañar mucho no solo a los presupuestos de Rusia sino a su balanza por cuenta corriente y a sus intercambios internacionales», declaró ayer a la agencia rusa Sputnik el profesor de economía de la escuela de negocios de Esade, Francesc Xavier Mena. Según Mena, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes tienen «la sartén por el mango» en estos momentos con la aquiescencia de Estados Unidos.

El objetivo de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes, que son los que controlan la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) es llevar el precio del crudo «hasta situarlo en un punto que desincentive el fracking de EEUU y acabe con «muchas de las explotaciones actuales con un coste de comercialización de hasta 80 dólares».