CRISIS ECONÓMICA

Rusia afronta recortes sociales y una nueva recesión por el bajo precio del crudo

El Ministerio de Finanzas ordena recortar los gastos presupuestarios en el 10% mientras rehace las previsiones del PIB para el 2016

Vladimir Putin.

Vladimir Putin. / periodico

MARC MARGINEDAS / MOSCÚ

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El bajo precio del petróleo se ha convertido en el principal quebradero de cabeza de las autoridades rusas en este arranque de año. El Ministerio de Finanzas había realizado sus previsiones de déficit presupuestario y Producto Interior Bruto con el barril de Brent a 50 dólares, en una economía que depende en gran medida de los ingresos por las exportaciones de hidrocarburos. Ahora, con el valor del crudo tocando mínimos en 12 años12 años, los cálculos gubernamentales para el 2016, que auguraban un ligero repunte del PIB, tras la intensa recesión del 2015, han sido pulverizados. Algunos analistas hablan de una segunda oleada de la crisis, tras la experimentada por el país desde finales del 2014 debido a la devaluación del rublo.

"Nos espera lo mismo que a las economías de Occidente, recortes sociales", augura sombríamente, en una conversación telefónica con EL PERIÓDICO, Mijail Jasin, director del Fondo de Investigación Económica. Para salvaguardar la independencia financiera del país, el presidente Vladímir Putin había estipulado que el déficit de las cuentas estatales no debía superar el 3%, un agujero que era subsanado recurriendo a los fondos de reserva.

Los economistas advierten de que con el petróleo a 31-32 dólares por barril, el déficit rondaría el 5%, lo que hace necesario adoptar de forma urgente medidas adicionales de ajuste ya sea implementando recortes sociales, ya sea aumentando la carga impositiva sobre los ciudadanos. Y eso, en un año en que los ciudadanos están llamados a las urnas para renovar la Duma, la Cámara baja del Parlamento. Como primera decisión, el Gobierno ha requerido a todos los ministerios y departamentos gubernamentales que fijen, de aquí al viernes, sus prioridades presupuestarias y recorten gastos en un 10%. En caso de no hacerlo, será el propio Ministerio de Finanzas el que establezca las partidas presupuestarias a suprimir. La medida no puede afectar ni a los salarios de los funcionarios, ni a las pensiones. La mitad de los ingresos en las arcas estatales rusas proceden de impuestos al sector de hidrocarburos.

¿HACIA UNA NUEVA RECESIÓN?

Si finalmente se aplican recortes sociales de envergadura, el consumo se deprimirá aún más y el leve repunte del 0,3% del PIB que preveían las autoridades rusas para el 2016 podría transformarse en una nueva recesión, después de que en el 2015 la economía se contrajera alrededor de el 3,8%. "Estamos a la espera de las medidas que aplicará el Gobierno; si hay recortes, preveo que este año tampoco haya crecimiento", explica a través del teléfono Natalia Orlova, directora del centro de análisis macroeconómico de Alfa-Bank.

El recurso a los fondos de reserva para anestesiar el impacto social de la crisis tampoco parece ser sostenible en el tiempo. A Rusia aún le quedan 100.000 millones de dólares en dos fondos, cuyo montante merma a elevado ritmo. "Los ahorros nacionales equivalen al 6,5% del PIB en el momento actual; a menos de que el precio del petróleo se recupere, a mitad del año que viene se habrán quedado sin fondos", ha declaradoa Reuters Christopher Granville, director de Trusted Sources, una consultoría de inversión.  

Además del techo de déficil impuesto por Putin, otro de los límites que afrontan los contables del Estado ruso a la hora de cuadrar las cuentas es la provisión de que los gastos en Defensa no deben verse afectados por los recortes, en un momento en que el país mantiene a un importante contingente militar en Siria. Originalmente, las previsiones gubernamentales fijaban en 3,36 billones de rublos los gastos de Defensa, un 10% más con respecto al 2015.