Romana dimite como presidenta de la Sareb

La gestión de la Sareb -el banco malo al que las entidades bancarias nacionalizadas trasladaron sus activos inmobiliarios dañados- no es una tarea sencilla, como prueba que en sus dos años de vida ha tenido que recomponer su cúpula directiva. El consejo de administración del organismo semipúblico anunció que su presidenta, Belén Romana, presentó su renuncia voluntaria al cargo, que deja sin ningún tipo de indemnización, después de dos años al frente de la entidad. El consejo, asimismo, aprobó el nombramiento de Jaime Echegoyen -hasta ahora consejero delegado- como nuevo presidente y principal ejecutivo de la compañía.

De esta forma, se amortiza uno de los dos primeros cargos de la firma. Echegoyen sustituyó a Walter de Luna después de que este abondonara la Sareb por discrepancias con Romana. Se mantuvo entonces la estructura directiva del banco malo, aunque no ahora. En la nota hecha pública ayer, el consejo considera que Echegoyen, «por su capacidad de liderazgo, experiencia y por sus cualidades profesionales y humanas, es la persona adecuada para liderar la Sareb en esta nueva etapa».

La marcha de Romana significa el cierre del proceso en el que la Sareb ha adjudicado para su gestión la cartera de activos asumidos a diferentes servicers (gestores inmobiliarios), según se puso de manifiesto en el consejo de ayer. Sin embargo, fuentes cercanas a la Sareb reconocieron que no sería de extrañar ver pronto a Romana vinculada a otro proyecto profesional. Recordaron, en este sentido, su estrecha relación con el ministro de Economía, Luis de Guindos, con quien ha trabajado en diferentes etapas.

OBJETIVOS

Oficialmente, la Sareb subrayó ayer que en los dos años transcurridos desde su creación, «la compañía ha cumplido su objetivo inicial para el que Romana asumió la presidencia». Aunque el fin fundacional de la Sareb es desprenderse de los activos deteriorados de la banca para lo que tiene 17 años desde su creación. Hasta el momento, ha colocado en el mercado 24.000 inmuebles que han generado ingresos de 9.000 millones de euros, y ha amortizado el 11% de la deuda con la que nació. Queda aún una parte sustancial del proyecto por cumplir. También queda por conocer el impacto de la circular del Banco de España que obliga a la Sareb a volver a tasar su cartera de activos inmobiliarios y financieros y en caso de que haya desviación de valor provisione las pérdidas. Solo se conoce el borrador de la circular, pero se teme que la versión definitiva tenga un duro efecto sobre las cuentas del banco malo que tendría que verse obligado a realizar importantes provisiones sobre esos activos, pese a que el precio de la transferencia fue fijado por el Banco de España.