Reunión de pastores

El campo es protagonista de multitud de refranes, como es lógico teniendo en cuenta el origen popular de estas pequeñas píldoras de sabiduría. Es el caso por ejemplo del pastoreo, con su evidente carga simbólica. Hay muchos ejemplos. El pastor ruin, por no dar un paso, tiene que dar mil. Con los soles, todos son pastores. O, reunión de pastores, oveja muerta.

Todos ellos han sido de una manera u otra aplicables a los mercados europeos esta semana. Las bolsas del continente no tienen una tendencia interna lo suficientemente potente como para moverse por sí mismas. Son más bien un rebaño con dos grandes pastores: el Banco Central Europeo y Wall Street.

A la espera de que la reunión mensual del BCE dé la semana que viene nuevas pistas sobre su estrategia, las bolsas europeas se han visto esta semana algo huérfanas de uno de sus pastores (aunque Mario Draghi ha repetido en un par de ocasiones en los últimos días que, sí, la economía del euro se desacelera). El otro, en consecuencia, ha marcado el ritmo: las subidas de Wall Street se transformaban en alzas al otro lado del Atlántico, y viceversa.

El viento que predomina en los pastos, en cualquier caso, sigue siendo el del temor a la evolución económica. El Ibex 35, así, cae el 1,37% en la semana, pese a subir ayer el 0,63%, hasta los 10.851,4 puntos, y con la prima de riesgo en 122 puntos básicos. Con todo, algunos expertos señalan que no se ha perdido ningún nivel de soporte técnico relevante, con lo que podría producirse un rebote en las próximas cinco sesiones.