¿Recuperación? ¿Qué recuperación?

"¿Hemos salido de la recesión con más de seis millones de parados, con casi 600.000 millones más de deuda que al inicio de la crisis, con un PIB 64.000 millones inferior al del 2008...?" Josep Maria Gay de Liébana, profesor de Economía Financiera de la Universidad de Barcelona (UB) se ha hecho estas preguntas durante un debate en el marco de la 12ª Jornada Gresol, en Salou (Tarragonès) para analizar la situación económica y su futuro. El diagnóstico de Guillem López Casasnovas, catedrático de Economía de la Pompeu Fabra (UPF) y consejero del Banco de España ha sido contundente: "Estamos al albur de la economía global y de los mercados".

En contraste con los cantos optimistas del Gobierno central, los participantes en el debate han destacado que el consumo está estancado y que, como consecuencia del elevado endeudamiento del país, "cualquier circunstancia en los mercados puede empeorar nuestra situación", tal y como como ha afirmado Marta Espasa, profesora de Economía Pública de la UB. En esta situación, con un endeudamiento público cercano al 100% del PIB y superior a 4,3 billones de euros si suma el conjunto de los agentes económicos, es difícil depender de uno mismo.

El panorama sigue sombrío, al entender de estos expertos. Un ejemplo. Catalunya paga en media diaria seis millones de euros en costes financieros, según López Casasnovas. No es una situación muy distinta de la de las familias, que deben dedicar los ingresos a pagar la vivienda y la alimentación. "Por eso los comercios están vacíos", según Gay de Liébana.

En este contexto, solo las exportaciones, que cada vez podrán aumentar menos su crecimiento para tirar del conjunto, y el turismo mantienen tendencias positivas. Y pese a algunos indicadores macroeconómicos positivos, "el paro sigue enquistado, el sistema productivo no crea ocupación y el consumo privado no tira", recuerda Gay de Liébana.

Estos académicos también coinciden en que no se puede esperar que el sector público actúe como motor. En el sexto año de crisis, las administraciones públicas no logran reducir sus pasivos lo suficiente. Y todo ello pese a aumentar los impuestos, cosa que no ha hecho incrementar los ingresos en la misma proporción "por el fraude fiscal y porque no se han ampliado las bases tributarias", es decir el número de personas que tributan, según Espasa.

La radiografía es la de "un país superendeudado" que está intervenido de facto, según Gay de Liébana. En esencia, seguiremos sin depender de nosotros mismos sino de lo que dictaminen los mercados, nuestros acreedores. Por ello estos expertos no atisban aún la recuperación.