Nuevas revelaciones en un escándalo financiero

Rato: "No lo sabía", "no fui informado", "me ha sorprendido"

Miguel Blesa sale, el jueves pasado, de la Audiencia Nacional tras declarar.

Miguel Blesa sale, el jueves pasado, de la Audiencia Nacional tras declarar.

M. BATALLAS / R. SÁNCHEZ / A. SALA
MADRID / BARCELONA

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Durante su declaración en la Audiencia Nacional el pasado jueves, el expresidente de Caja Madrid y de Bankia, Rodrigo Rato, llegó a desesperar al juez Fernando Andreu quien, cansado de oírle decir que no sabía nada sobre la opacidad de las tarjetas b, acabó su interrogatorio afirmando con sorna «de acuerdo, yo tampoco».

La grabación del interrogatorio a los tres imputados por el escándalo de las tarjetas, a cuyo archivo sonoro ha tenido acceso EL PERIÓDICO, pone en evidencia cómo el tono altivo con el que empezó la declaración de Rodrigo Rato ante el fiscal Alejandro Luzón por el escándalo de las tarjetas se va tornando en comedido a medida que avanza la comparecencia. Sobre todo cuando el propio juez Andreu empieza a cortar los largos y reiterados argumentos de Rato para exigirle que responda con claridad a sus preguntas.

«Yo no tomé ninguna decisión sobre esta cuestión», «se me explicó que», «se me dijo que», «no lo sabía», «me ha sorprendido saber ahora que», «yo no fui informado». Con frases como estas y muchas más el expresidente de Bankia, exvicepresidente económico del Gobierno y exdirector gerente del FMI, argumentó una y otra vez ante el fiscal y ante el juez que él no sabía que «la tarjeta de uso personal» contra la que él cargó 99.054 euros en dos años y medio era opaca al fisco. Tampoco conocía, según dijo, que una ley de la Comunidad de Madrid prohibía retribuciones a los consejeros de las cajas distintas a las dietas y los gastos por asistir al consejo.

«Yo lo único que sabía de las tarjetas eran los límites y las personas que las tenían», admitió. Según dijo, en un momento en que la entidad se vio inmersa en un proceso de fusiones y crisis, «con necesidad de enfrentarse a reducciones drásticas, muy profundas, de gasto de personal», el tema de las tarjetas «no fue objeto de atención».

Su línea de defensa quedó clara: la tarjeta era solo un medio de cobro  de una parte del salario pactado. No era un complemento. Y él no se enteró de que no era así hasta que el pasado mes de julio se lo comunicaron los nuevos responsables de Bankia.

BALONES FUERA

Su antecesor en el cargo, Miguel Blesa, también tiró balones hacía atrás. Ante la insistencia del ministerio fiscal, el expresidente de Caja Madrid afirmó que las tarjetas tenían su origen en 1988, ocho años antes de ocupar la presidencia y seis antes de ser consejero. También defendió que el dinero de plástico que se entregaba a los consejeros, los miembros de la comisión de control y el equipo directivo era «un complemento retributivo». Por eso, justificó, no ha devuelto nada.

Blesa insistió en que la tarjeta era «un complemento» a través de una tarjeta de la que se podía «disponer libremente para gastos». Al momento, el fiscal precisó: «Para gastos no, para gastar». Ante lo que el expresidente admitió: «Sí, para gastar».

A lo largo de su declaración, Blesa llegó a poner algo nervioso a quien le interrogaba al eludir toda responsabilidad sobre las tarjetas. Una de las conclusiones del fiscal en relación a quién decidía la concesión de las mismas después de que el expresidente de la caja lo atribuyera al comité de medios a propuesta de Recursos Humanos: «Ejecutando una orden suya... Usted recibía una propuesta y usted decía 'hágase', ¿no es así».  «Tramítese», precisó Blesa.

EXPLICACIONES

Cuando se escudó en que nadie le dio explicaciones sobre que las tarjetas eran opacas a Hacienda el fiscal llegó a recordarle su cargo. «Perdone que le interrumpa señor Blesa, vamos a ver, usted era el presidente de Caja Madrid. A usted no tiene que darle explicaciones nadie, tiene que darlas usted».

Blesa admitió que regularizó su situación fiscal con una declaración complementaria al tener conocimiento de que no se practicó retención del IRPF. También eludió cualquier responsabilidad sobre la falta de información a los reguladores. En todo caso precisó que «al Banco de España no se le cuenta con detalle nada, salvo que lo pregunte».

El exdirectivo de Caja Madrid y de Bankia Ildefonso Sánchez Barcoj declaró que la decisión de qué personas recibían las tarjetas fue de los expresidentes Blesa y Rato. En su declaración afirmó que al entregársela le comunicaron que era un complemento retributivo que se podía utilizar con flexibilidad.